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Foto del escritorTomás Morales y Durán

Sāsana

La palabra Sāsana significa enseñanza, orden, mensaje, instrucción, doctrina; y se viene refiriendo a la doctrina del Buddha, tal como aparece en DN 3; DN 18 y MN 21.

Sāsanantaradhāna nombra a la desaparición o decadencia de la enseñanza del Buddha. Esto llevó a diversas elucubraciones en los comentaristas posteriores con resultados que se llegan a ver hoy.

Se decía que no podría aparecer un nuevo Sammasambuddha hasta que la Sāsana del Buddha Gotama estuviera degenerada y decadente y no sirviera para la iluminación. La otra aseveración era que la Sāsana del Buddha Gotama duraría 5.000 años, un cálculo que no sabemos cómo surgió, pero sí donde: en Sri Lanka. Este mito milenarista provocó un desánimo general ante la perspectiva de tener que esperar cinco milenios para tratar de conocer al nuevo Buddha y así poder escapar del Samsara.

Este asunto tuvo, como ya vimos cuando tratamos sobre las herejías birmanas del siglo XVIII, Vipassana (que cualquiera puede iluminarse si ejecuta un determinado rito de meditación que destruye la concentración) y Weizza Lam (que usando la magia negra convierte en inmortal y asi poder esperar vivo al próximo Buddha), tratando de buscar soluciones absurdas a algo que no las tiene.

Los tres pasajes referidos nos evidencian como es la metodología didáctica del Buddha que usa, como no, las abhiññās, en este caso ser capaz de abarcar la mente de otros.

En el primer caso Pokkharasāti recibe la instrucción del Buddha cuando éste ve que su mente está lista para recibirla.

En el segundo caso, Janavasabha recibió la Sāsana del Buddha adecuadamente y lo convirtió en un sakadagami, uno que retorna una sola vez.

El tercer pasaje describe al Buddha sabiendo cuando, una vez impartida la Sāsana, los bhikkhus solo tenía que incitar su atención.

Aquí se ve que, en todos los casos, el Buddha es quien pone la semilla de la iluminación en cada quien, la Sāsana. Es evidente que la persona debe ser un campo fértil, es condición necesaria en dependencia del kamma del discípulo. Por eso, no tiene sentido impartir la instrucción en alguien cerrado, que es como sembrar en un pedregal. Un buddha se abstiene de perder el tiempo sembrando en pedregales.

Por tanto, de las anteriores aseveraciones estrictamente la que se refiere a que solo cuando la Sāsana del Buddha anterior decae puede aparecer la nueva. Esto es así porque

  1. No puede haber dos Sammasambuddhas simultáneamente en un mismo sistema solar.

  2. La instrucción solo la puede dar un Sammasambuddha, por lo que a su desaparición su Sāsana decae.

Lo de los 5.000 años suena a milenarismo. Por eso alrededor de los 2.500 empezaron a surgir esas herejías.

Colección de Discursos Largos DN 3. Ambaṭṭhasutta

  1. Pokkharasāti visita al Buda

Entonces, sabiendo que el Buddha había consentido, Pokkharasāti le anunció la hora: «Es hora, Maestro Gotama, la comida está lista». Luego, el Buddha se vistió por la mañana y, tomando su cuenco y su túnica, fue a la casa de Pokkharasāti junto con el mendicante Saṅgha, donde se sentó en el asiento extendido. Luego, Pokkharasāti sirvió y satisfizo al Buda con sus propias manos con una variedad de deliciosas comidas, mientras que sus estudiantes sirvieron el Saṅgha. Cuando el Buda comió y se lavó la mano y el tazón, Pokkharasāti tomó asiento y se sentó a un lado.

Entonces el Buddha le enseñó paso a paso, con una charla sobre dar, conducta ética y el cielo. Explicó los inconvenientes de los placeres sensuales, tan sórdidos y corruptos, y el beneficio de la renuncia. Y cuando el Buddha supo que la mente de Pokkharasāti estaba lista, flexible, libre de obstáculos, alegre y confiada, explicó la enseñanza especial de los Budas: el sufrimiento, su origen, su cesación y el camino. Del mismo modo que un paño limpio y sin manchas absorbería adecuadamente el tinte, en ese mismo asiento surgió la inmaculada visión del Dhamma en el brahmin Pokkharasāti: «Todo lo que tiene un comienzo tiene un final«.

Colección de Discursos Largos DN 18. Janavasabhasutta

  1. Janavasabha el Espíritu

¾Entonces, Ānanda, un espíritu invisible gritó: “¡Soy Janavasabha, Bendito! Soy Janavasabha, ¡Santo!’. Ānanda, ¿recuerdas haber escuchado un nombre como Janavasabha?

¾No señor. ¡Pero cuando escuché la palabra, me puse la piel de gallina! Pensé: ‘Este no debe ser un espíritu ordinario para llevar un nombre tan distinguido como Janavasabha».

¾Después de hacerse oír mientras era invisible, Ānanda, un espíritu muy hermoso apareció frente a mí. Y por segunda vez gritó: «¡Soy Bimbisāra, Bendito! ¡Soy Bimbisāra, Santo! Esta es la séptima vez que renací en compañía del Gran Rey Vessavaṇa. Después de pasar de allí, ahora puedo convertirme en un rey de los no humanos.

Siete de aquí, siete de allí … Catorce transmigraciones en total. Así es como muchas vidas pasadas. Puedo recordar.

¾“Durante mucho tiempo he sabido que no renaceré en el inframundo, pero que todavía espero retornar una sola vez”.

¾Es increíble y asombroso que tú, el venerable espíritu Janavasabha, digas: «Durante mucho tiempo he sido consciente de que no renaceré en el inframundo» y también «Pero todavía espero retornar una sola vez.”. ¿Pero de qué fuente sabes que has logrado una distinción tan alta?

¾¡Nada más que la instrucción del Bendito! ¡Nada más que la instrucción del Santo! Desde el día en que tuve una devoción absoluta por el Buddha, he sabido que no renaceré en el inframundo, pero que todavía espero retornar una sola vez. Justo ahora, señor, el gran rey Vessavaṇa me había enviado a la presencia del gran rey Virūḷhaka en algún asunto, y en el camino vi al Buddha prestando atención al destino de los devotos de Magadha. Pero no es de extrañar que haya oído y aprendido el destino de los devotos de Magadhanos en presencia del gran rey Vessavaṇa mientras hablaba en su asamblea. Se me ocurrió: «Veré al Buddha y le informaré de esto». Estas son las dos razones por las que he venido a ver al Buddha.

Colección de Discursos de Mediana Longitud MN 21. Kakacūpama Sutta

Entonces el Buda dijo a los mendicantes: “Mendicantes, solía estar satisfecho con los mendicantes. Una vez, me dirigí a ellos: «Yo como mi comida en una sesión por día. Al hacerlo, encuentro que estoy sano y bien, ágil, fuerte y viviendo cómodamente. Usted también debe comer su comida en una sesión por día. Al hacerlo, descubrirá que está sano y bien, ágil, fuerte y viviendo cómodamente. No tenía que seguir instruyendo a esos mendicantes; Solo tuve que incitarles su atención.

Supongamos que un carro estuviera enganchado a la pura sangre en una encrucijada a nivel, con un aguijón listo. Luego, un hábil entrenador de caballos, un gran conductor de carros, podría montar el carro, tomando las riendas de su mano derecha y el aguijón en la izquierda. Conduciría y regresaría donde quisiera, cuando quisiera. De la misma manera, no tuve que seguir instruyendo a esos mendicantes; Solo tuve que incitarles su atención. Entonces, mendicantes, renuncien a lo que no es hábil y dedíquense a cualidades hábiles. De esta manera, logrará el crecimiento, la mejora y la madurez en esta enseñanza y capacitación.

Colección de Discursos Agrupados Numéricamente Primer subcapítulo AN 1.277

“Es imposible, mendicantes, no puede suceder que dos Budas perfectamente despertados, completamente despertados, surjan en el mismo sistema solar al mismo tiempo. Pero es posible que solo uno perfeccionado, un Buda completamente despierto, surja en un sistema solar «.

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