De los Paccekabuddhas se dice que alcanzan la iluminación por su cuenta, sin el uso de los maestros o guías, de acuerdo con algunas tradiciones al contemplar el principio de la originación dependiente. Se dice que sólo se dan en edades donde no hay ningún Buddha y las enseñanzas buddhistas (en pāli Dhamma ) está perdido o corrompido. «La idea de un Paccekabuddha es interesante, en la medida en que implica que incluso cuando las cuatro verdades no son predicadas, todavía existen y pueden ser descubiertas por cualquier persona que haga el esfuerzo mental y moral necesario. Muchos pueden surgir en un mismo momento. De acuerdo con la secta Theravada, los paccekabuddhas («el que ha alcanzado la visión suprema y perfecta, pero que mueren sin proclamar la verdad al mundo» ) no son capaces de enseñar el Dhamma, que requiere de la omnisciencia y la suprema compasión de un Sammāsambuddha, e incluso él duda en intentar enseñar. El Paccekabuddha puede dar enseñanzas morales, pero no conducirr a otros hacia la iluminación. No dejan Sangha como un legado para llevar a cabo el Dhamma. La yana o «vehículo» mediante el cual los Paccekabuddhas alcanzan la iluminación se llama el Paccekabuddhayana en la tradición buddhista. Hasta aquí la definición. Ahora vamos a los antecedentes. Considerando el panorama actual del buddhismo resulta demasiado evidente que el Dhamma del Buddha está perdido y los dhammas a la venta son corrupciones grotescas del original. ¿Cómo asi? Los tres principales troncos sectarios que pueblan el panorama en la actualidad aunque no se atreven a rechazar el Dhamma del Buddha como tal de forma teórica, sí lo hacen el la práctica: -Theravada: su texto “sagrado” es el Abhidhamma, una inmensa y tortuosa elucubración matricial que atenta directamente contra la mismisima base del Dhamma. Para compatibilizarlo con ellos, esta secta no ha parado de producir una florida literatura que comenta, subcomenta y subsubcomenta los suttas retorciendo hasta la náusea su significado para que encaje más mal que bien en su Abhidhamma. Es la forma que tiene esta secta de valorarse, hacder que el Dhamma del Buddha confirme su libro sagrado, aún sea bajo tortura. -Mahāyana: el Gran Vehículo de la iluminación diseñado para iluminar a la vez a miles de adeptos… nunca funcionó. Al ser así, fueron olvidando los suttas originales y en primera instancia elaboraron los suyos propios y posteriormente elaboraron filosofías discursivas a partir de las cuales han creado diferentes sectas siempre influidas por los países que lo practica. Incluso hay sectas que ni siquiera usa el Dhamma para nada. -Vairayana: es aún un poco más allá del Mahāyana del que surge. No solo se basan en sutras a medida sino que su principal entretenimiento es el tantra. Y el bön. La pérdida y la corrupción del Dhamma tiene consecuencias de más alcance, entre ellas que no existe, ni puede existir, maestro alguno, completamente iluminado (un Sammasabuddha) que pueda crear arahants. Así, hoy por hoy, a falta de Sammasambuddhas en activo, la única vía abierta a la iluminación es la Paccekabuddhayana. Ahora bien, necesitamos de una persona que pueda hacder el esfuerzo mental y moral necesario. ¿Qué características debe reunir, pues, un paccekabuddha? Para empezar, es condición necesaria que esté en posesión de una inteligencia especial. Al menos un nivel mínimo es el de “Altas capacidades intelectuales” con un rango de Coeficiente Intelectual entre 155 y 174. Tiene una rareza en la escala de inteligencia Stanford-Binet, cuarta revisión, (SB4 16SD) de uno de cada tres mil quinientas personas. Este grupo se caracteriza por una forma radicalmente distinta de pensar y suelen padecer problemas como el síndrome de bajo rendimiento académico o laboral, el síndrome de disincronía, problemas emocionales o trastornos de personalidad. Éstos son efectos debidos a su rareza y lejanía con respecto a la media de inteligencia poblacional. Les es difícil que la mayoría comprenda su forma de pensar. Para Simonton tal fenómeno se debe a que cuando hay una diferencia de 20 puntos de CI entre el emisor y el receptor no habrá un entendimiento pleno. A este grupo empiezan a pertenecer los grandes genios de la lógica, física, matemática y filosofía. El trastorno de personalidad por excelencia de los genios es el Trastorno Bipolar. Este es un trastorno emocional caracterizado por la variación fuerte entre estados de euforia alternados depresivos. Son precisamente los estados de manía en los que la genialidad puede alcanzar niveles excepcionalmente altos. A este grupo pertenecen genios de la talla de físicos como Albert Einstein o Isaac Newton, músicos como Ludwig Van Beethoven, Wolfgang Amadeus Mozart, George Frideric Handel o Piotr Tchaikovsky, escritores como Edgar Alan Poe o Virginia Wolf, actores como Cary Grant, o pintores como Vincent Van Gogh. Ya tenemos el perfil, Ahora falta el esfuerzo. ¿Qué genio dejaría todo para irse a la selva a redescubrir por si mismo el Dhamma? Alguien que tuviera el dinero y los recursos suficientes para irse a un lugar adecuado, agradable, lejos de todo. Bien por fortuna personal o pensionado, y solo. Ese punto, “solo”, es vital. Los paccekhabuddhas son buddhas solitarios. No se les encuentra en compañía de nadie, y su esfuerzo es también solitario sin apoyarse en ninguna clase de maestro. Esto resulta evidente viendo el grupo del que procede. Un genio, con dinero, bipolar no aguanta estar sometido a la disciplina de ningún grupo, tal como un Sangha, y menos aún de nadie que le diga qué tiene que hacer o que le dirija la investigación. No busques paccekabuddhas en una comunidad monástica porque, aunque hubieran logrado su admisión, serían expulsados a la brevedad, tanto por la frustración de tener que obedecer a alguien menos inteligente, como por ostentar un carácter digamos que difícil. Así no puede tener el sostén económico de una comunidad y se lo tiene que pagar él mismo. Tenemos ya un individuo muy inteligente, bipolar, con dinero o pensionado y solo. ¿Por qué tendría un tipo así hacer el esfuerzo para redescubrir el Dhamma? ¿Cuál podría ser su motivación? No es difícil imaginarlo. Una crisis personal lo suficientemente fuerte como para expulsarle de su entorno familiar, de trabajo, de aspiraciones, de ambiciones. Y considerando sus antecedentes bipolares no es tan extraño. Además ese mismo trastorno le puede permitir retirarse pensionado. Alguien así que parta de cero. ¿Qué haría en primer lugar? Investigar, leer, estudiar los por qués de todo. Y así, algún día, alguna vez, puede que quepa la posibilidad de que se ponga a dudar de todo y de todos. Y que empiece a buscar las respuestas no en las bibliotecas, llenas de libros escritos por tontos, sino en sí mismo. Así descubrirá en primer lugar que no hay nada como un “yo” o un “me” o un “mío”. Rechazando así el eternalismo caerá en el nihilismo. Si sale de ahí bien (no se suicida) la única alternativa es el Camino Medio. Y luego vendrá la decepción del dhamma corrupto, de los payasos de colores del circo budista, de los estúpidos ciegos que siguen a otros ciegos más ciegos, cegados por el dinero, el poder, las drogas, la prostitución. Y un día, habiendo rechazado TODO ese circo, pondrá todo su esfuerzo, se concentrará, logrará Jhānas, allí solo, en la selva. Y así entrando en vipassana averiguará como seguir explorando, desvelando al secreto que esconden las cuatro nobles verdades y viendo cómo se puede dejar de sufrir, paso previo para culminar el entendimiento perfecto: la comprensión completa del Originamiento Dependiente. Luego lo de enseñar… no sé yo… Lo cierto es que ¿para qué? No gana NADA ayudando a nadie. Nada tiene que ganar porque lo ha ganado todo. Fajarse con gente con mucho polvo en los ojos que no ven delante de ellos la iluminación sino la locura de un bipolar. Como el asceta desnudo que despues de hablar al Buddha recien iluminado se alejó meneando la cabeza. Y, como decía arriba, solo alguien con al menos un CI de 135 a 154 puede entenderle. Asi que que ¿para qué? ¿Ayudar a tontos? ¿Para qué? ¿Para qué? ¿Para qué?
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