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¿Quién te obliga a matar a tu madre?
¿Quién te obliga a matar a tu padre?
¿Quién te obliga a asesinar a un arahant?
¿Quién te obliga con odio en el corazón a derramar la sangre de un Buddha?
¿Quién te obliga a provocar un cisma en el Sangha de un Buddha?
¿Quién te obliga a tener un maestro que no es un Buddha?
¿Quién te obliga a ganarte el más terrible de los infiernos?
¿Quién te obliga a arrastrar tu desdichada existencia a través de vidas terribles?
¿Quién te obliga?
Te obliga tu apego, tu adherencia incondicional a la ignorancia.
Mil veces que leas, no entiendes.
Tu ignorancia te arrancó los ojos.
Mil veces que mires, no verás.
Tu ignorancia te alienó.
Chupas de su veneno, experimentas el sufrimiento.
Ignorancia por dolor.
¿Quién te obliga?
¿Quién te obliga a seguir al discípulo del Mara a los infiernos?
¿Quién eres tú para arrastrar a los que dices que amas, contigo?
¿Quién te obliga?
Te obligas tú.
Lo pagas tú.
Tú, y quien te aprecia.
Tú, y quien te respeta.
No es solo que seas ignorante, que lo eres.
No es solo que seas tonto, que lo eres.
Es que eres malvado.
Pero no eres una mala persona.
Eres peor que una mala persona.
Sigue por dónde vas,
Bailando en el Samsara
Haz lo que viniste a hacer
Y húndete en el tormento.
Ya eres perito en sufrimiento.
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