Copyright © 2019 Tomás Morales Duran. Todos los Derechos Reservados
Que el mango es el rey de la fruta es una opinión generalizada. Jugoso y dulce es tan atractivo que da pie a que algunos se atiborren con ella. Eso sucedió con un grupo de bhikkhus que fueron invitados por el rey a que fueran a su parque para aprovecharlos. Y se comieron todos, incluso los que aún estaban verdes.
Cuando mandó el rey a buscar un mango para él se encontraron que no quedaba ninguno. El rey, desolado, sugirió que el Buddha debería enseñarles moderación.
Ni moderación, ni nada. Se acabó. Les prohibió los mangos por glotones.
Con la prohibición vigente, en otro momento, un gremio llevó para comer a los bhikkhus curry que contenía pieles de mango. Los bhikkhus, al ver que era mango, no aceptaron la comida. El Buddha les dijo que aprovecharan las pieles de mango, que se lo permitía.
Pero en otro momento, otro gremio les llevó comida y como no sabían como prepararla con el mango, se los llevaron enteros. Los bhikkhus al ver los mangos enteros, rechazaron la comida.
El Buddha, que lo que no quería es que se atracaran con los mangos como pasó en el parque del rey, les permitió aprovecharlos en cinco formas. Si se los daban sin el hueso, dañados por el fuego, por el cuchillo, por la uña o si las semillas están quitadas.
Esto del mango solo trae conflictos reales y con los gremios.
Vinaya
Khandhaka (Cūḷavagga)
15. Materias Menores (Khuddaka)
En ese momento, los árboles de mango en el parque del rey Seniya Bimbisāra de Magadha estaban dando sus frutos y el rey Seniya Bimbisāra de Magadha lo dio a conocer:
—Dejen que los maestros hagan el mayor aprovechamiento posible de los mangos.
Un grupo de seis bhikkhus, habiendo hecho caer incluso los mangos jóvenes, se los comieron. Y el rey Seniya Bimbisāra de Magadha quería un mango. Entonces el rey Seniya Bimbisāra de Magadha ordenó a la gente, diciendo:
—Vayan, buenos señores, después de haber ido al parque, tráiganme un mango.
—Muy bien, su majestad —y estas personas respondieron al rey Seniya Bimbisāra de Magadha con su consentimiento.
Habiendo ido al parque, le habló así al encargado del parque:
—Buen señor, su majestad quiere un mango, denos un mango.
—No hay un solo mango, señores; los bhikkhus hicieron caer incluso los mangos más jóvenes y se los comieron.
Entonces estas personas le contaron este asunto al rey Seniya Bimbisāra de Magadha. Él dijo:
—Buenos señores, los maestros disfrutan mucho los mangos, sin embargo, el Buddha debería ensalzar la moderación.
La gente … se extendió diciendo:
—¿Cómo pueden estos reclusos, seguidores del sakka, sin conocer la moderación, aprovecharse de los mangos del rey?
Entonces estos bhikkhus le contaron este asunto al Buddha. Él dijo:
—Bhikkhus, los mangos no deben ser aprovechados. Quien quiera hacer uso de ellos, comete una transgresión de maldad.
Ahora, en ese momento, cierto gremio llegó a tener comida para el Sangha. Pusieron en el curry pieles de mango. Los bhikkhus, siendo escrupulosos, no aceptaron.
El Señor dijo:
—Acepten, bhikkhus, aprovéchenlo. Les permito, bhikkhus, las pieles de mango.
En ese momento, cierto gremio llegó a tener comida para el Sangha. No sabían cómo preparar las pieles de mango; entraron al refectorio con los mangos enteros. Los bhikkhus, siendo escrupulosos, no aceptaron.
El Señor dijo:
—Acepten, bhikkhus, hagan uso de ellos. Bhikkhus, les permito usar fruta que de cinco maneras: si está dañada por el fuego, dañada por un cuchillo, dañada por una uña, si no tiene semilla, y la quinto es si las semillas están quitadas.
Os permito, bhikkhus, aprovechar la fruta de estas cinco formas permitidas a los bhikkhus.
Comments