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Foto del escritorTomás Morales y Durán

Los Bhikkhus Esquizoides

Entender la diferencia entre causa y efecto, parece sencillo: porque sucede la causa se da el efecto. No parece excesivamente difícil. Hay más diferencias, por ejemplo, la temporización. Primero la causa, luego el efecto. Nunca al revés. Esto es obvio. Entender que el buddhismo se basa fundamentalmente en el estudio de la condicionalidad es algo también evidente. El Originamiento Dependiente es la piedra angular del Buddhismo, de eso no cabe la menor duda. Entender que los bhikkhus buddhistas deberían saber “algo” de buddhismo es algo loco. ¿Cómo van a saber de buddhismo, con lo ocupados que están trabajando de bhikkhus, estudiando textos, haciendo miles de horasculo? Hay que comprender que no les da tiempo. Imítalo hasta que suceda: “Fake it until you make it”, es el viejo eslogan que puso en marcha el inefable Rama IV en su intento de que el cristianismo no barriera un budismo podrido, arcaico, espiritista y ritualista que era el que se encontró al subir al trono. Como el buddhismo thailandés es el soporte de la casa real, el asunto era grave. Mucho. Hacemos historia… El Budismo de la Reforma, basado en el Canon Pali, comenzó alrededor del 1820 por el Príncipe Mongkut, quien luego se convertiría en el Rey Rama IV (retratado más tarde en el musical El rey y yo). El príncipe Mongkut fue ordenado monje durante veintisiete años antes de ascender al trono. Después de haber estudiado el Canon durante los primeros años de su vida monacal, se desanimó por el nivel de la práctica que veía a su alrededor en los monasterios de Tailandia. Por este motivo volvió a ordenarse entre los Mons – un grupo étnico asentado en la frontera birmano-tailandesa y que ocupaba varios pueblos a lo largo del río desde Bangkok – y estudió Vinaya y las clásicas prácticas de dhutanga bajo la guía de un maestro Mon. Más tarde, su hermano, el Rey Rama III, se quejó de que era vergonzoso para un miembro de la familia real el unirse a una etnia minoritaria, por lo que construyó un monasterio para el Príncipe-Monje en el lado del río de Bangkok. Allí, Mongkut atrajo un pequeño pero fuerte grupo de monjes y seguidores laicos del mismo parecer, y de esta forma nació el movimiento Dhammayut (que literalmente significa: En concordancia con el Dhamma). En sus primeros años, el movimiento Dhammayut era un grupo informal dedicado a los estudios Pali, centrándose en el Vinaya, en las prácticas clásicas de dhutanga, en la interpretación racionalista del Dhamma y en la reavivación de las técnicas de meditación enseñadas en el Canon Pali, tales como la rememoración del Buda o la conciencia del cuerpo. Ninguno de los miembros del movimiento, sin embargo, pudo probar que las enseñanzas del Canon Pali realmente conducían a la iluminación. El mismo Mongkut estaba convencido de que el camino hacia el nibbāna ya no estaba abierto, pero creyó que se podía hacer un gran mérito reavivando al menos las formas externas de las primeras tradiciones budistas.” -Thanissaro Bhikkhu Repetimos: “hacer un gran mérito reavivando al menos las formas externas” … ¿Hacer mérito? ¿Para qué? Sin la iluminación, sin Nibbāna, el buddhismo solo le sirve al rey de Thailandia para su política de contención contra franceses e ingleses. Hasta ahí es comprensible… Si los monjes aparecen ante la gente como seres iluminados, o sea, seres éticos de intachable conducta, de alimentación frugal y que hacen muchas horasculo, el buddhismo y con él su corona tienen una oportunidad frente a las potencias occidentales y su vanguardia misionera. No es más que una interpretación teatral que fue necesaria en el siglo XIX y que todo hay que decirlo, funcionó. Entonces… ¿qué hace un occidental rapado en un monasterio haciéndose pasar por un iluminado? ¿Nadie le ha dicho que se acabó la función? La iluminación trae cambios evidentes en las personas que la logran, en consonancia plena con los textos. Esto es así, y resulta perfectamente demostrable. Pero es la iluminación la que trae lo cambios, no los cambios traen la iluminación. O sea, la iluminación es la causa y los cambios, la consecuencia. Sostener lo contrario es simple pensamiento mágico: las consecuencias no son la causa de la causa. Sería un bucle temporal al estilo de matar a tu padre antes de que nazcas. Absurdo. Tan absurdo como las vidas de tantos bhikkhus encerrados en monasterios, comiendo arroz con ranas de tanto en tanto, fingiendo una ética que no tienen y estudiando unos textos que no comprenden. En sus cabezas cambiaron en pelo por frustración y esperanza, que solo trae aún más frustración. ¿Es que no entienden lo que leen? ¿Qué hizo el Buddha para iluminarse? ¿Disfrazarse y fingir? Obviamente, no. Entonces… ¿Por qué no hacen lo que hizo el Buddha? Si es porque no saben… ¿qué hacen ahí? ¿Despistar? Disfrazarse de bhikkhu y raparse la cabeza solo sirve para que te den de comer gratis. Escaso y poco variado, magro premio a tanta simulación.

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