LAS TRES CARAS DE LA COMPASION La compasión entendida como el amor hacia el que sufre, que condiciona a aliviar su sufrimiento, tiene tres caras muy diferentes dependiendo del individuo que la experimenta. La compasión, a su vez, puede ser parcial o total. La compasión parcial basada en una incorrecta comprensión del Dhamma consiste en aliviar el sufrimiento de otros tratando de resolver las situaciones por las que los otros sufren. O sea, actuando sobre las situaciones en las que el apego del sufriente ha propiciado del sufrimiento, no sobre la causa. Por ejemplo, prestando ayuda material, emocional o afectiva. (¡Dale el caramelo para que no llore!) Y actúas no por él, sino por ti mismo, para no seguir sintiéndote mal por la situación. Es una compasión incorrecta disfrazada de bondad. Esto no soluciona el sufrimiento. Es vaciar el mar con un cubo. El individuo seguirá apegándose y seguirá sufriendo. La compasión total es la bien entendida- Es compartir correctamente el Dhamma. Esto es porque el Dhamma arranca la raíz del sufrimiento, el apego, de forma que el otro, pase lo que le pase, jamás volverá a sufrir. Es abandonar el mar. A su vez la compasión genera felicidad en el que la practica. Esa felicidad generada actúa de diferente forma en el compasivo. La felicidad no es inocua. Dependiendo de los individuos hay tres clases de actitud correcta hacia la compasión: 1.- La compasión del individuo corriente comprometido con el Dhamma, o bodhisattva, es decir, del individuo que no ha logrado ningún nivel de iluminación. En este nivel, el individuo goza de la felicidad que le proporciona la compasión y genera kamma sano. De esta forma se ata al Samsara, como en el barro, se hunde en él. Este es el «ideal» que buscan algunas sectas: la del «bodhisttva compasivo». Enredado para siempre en el Samsara «por el bien de todos los seres», en este plano, en el de los devas y en el plano infernal. 2.- La compasión del Noble Discípulo: Es extensiva a los seis pares inferiores de individuos nobles. La compasión debe ser evitada para no enredarse en ella, de forma que el Noble Discípulo podría actuar de forma externamente compasiva pero no implicándose en ella, haciendo las cosas porque es lo correcto, desechando y huyendo de cualquier clase de felicidad. El Noble Discípulo está en la tarea de no generar ninguna clase de kamma, guiado por la ecuanimidad. El Noble Discípulo solo estará inclinado al compartir el Dhamma considerando que las situaciones adversas son lecciones magistrales de cómo opera el sufrimento. 3.- La compasión del Arahant, o la compasión del Buddha. Esta compasión está radicalmente exenta de felicidad, de enredo, de kamma. El Arahant está liberado radicalmente del Samsara y ve a todos los seres enganchados a él. Cuando abandone definitivamente la rueda del sufrimiento todos los seres seguirán en ella y eso le despierta una infinita compasión. Él abandonará todo esto y todos los demás se quedarán aquí solo para sufrir. Y es por ello que el Arahant sólo se inclinará, si lo hace, a explicar el Dhamma para erradicar el sufrimiento de los otros. Referencias: Colección de discursos agrupados temáticamente Sukkanama Sutta SN 10.2. Discurso con Sukkanama En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en Rajagaha, en la montaña Pico del Buitre. Entonces, el yakkha Sakkanama se acercó al Bienaventurado y se dirigió a él en verso: Como alguien completamente liberado, No es muy bueno para ti, asceta, Ser el que instruye a otros”. [El Bienaventurado:] “Oh, Sakka, si por alguna razón Surgiera una relación íntima con alguien, El sabio no debería agitar su mente Con la compasión hacia tal persona. Pero, con la mente clara y pura, Ofreciendo instrucciones a otros, No llegará a encadenarse Por su compasión ni simpatía”. Colección de discursos agrupados numéricamente
AN 141–150. Capítulo sobre las ofrendas
“Monjes, he aquí estas dos clases de ofrendas. Y, ¿cuáles son esas dos? La ofrenda de un bien material y la ofrenda del Dhamma. Estas son las dos clases de ofrendas. Y de estas dos clases de ofrendas, la ofrenda del Dhamma es la principal”. “Monjes, he aquí estas dos clases de donativos. Y, ¿cuáles son esas dos? El donativo de un bien material y el donativo del Dhamma. Estas son las dos clases de donativos. Y de estas dos clases de donativos, el donativo del Dhamma es el principal”. “Monjes, he aquí estas dos clases de generosidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La generosidad con un bien material y la generosidad con el Dhamma. Estas son las dos clases de generosidad. Y de estas dos clases de generosidad, la generosidad con el Dhamma es la principal”. “Monjes, he aquí estas dos clases de renunciamiento. Y, ¿cuáles son esas dos? El renunciamiento de un bien material y el renunciamiento [mediante el ofrecimiento] del Dhamma. Estas son las dos clases de renunciamiento. Y de estas dos clases de renunciamiento, el renunciamiento [mediante el ofrecimiento] del Dhamma es el principal”. “Monjes, he aquí estas dos clases de riquezas. Y, ¿cuáles son esas dos? Las riquezas materiales y las riquezas del Dhamma. Estas son las dos clases de riquezas. Y de estas dos clases de riquezas, las riquezas del Dhamma son las principales”. “Monjes, he aquí estas dos clases de disfrute. Y, ¿cuáles son esas dos? El disfrute de los bienes materiales y el disfrute del Dhamma. Estas son las dos clases de disfrute. Y de estas dos clases de disfrute, el disfrute del Dhamma es el principal”. “Monjes, he aquí estas dos clases de compartir. Y, ¿cuáles son esas dos? El compartir los bienes materiales y el compartir el Dhamma. Estas son las dos clases de compartir. Y de estas dos clases de compartir, el compartir el Dhamma es el principal”. “Monjes, he aquí estas dos maneras de preservar las amistades favorables. Y, ¿cuáles son esas dos? Preservando las amistades favorables con bienes materiales y preservando las amistades favorables con el Dhamma. Estas son las dos maneras de preservar las amistades favorables. Y de estas dos maneras, el hecho de preservar las amistades favorables con el Dhamma es la principal”. “Monjes, he aquí estas dos clases de asistencia. Y, ¿cuáles son esas dos? La asistencia con los bienes materiales y la asistencia con el Dhamma. Estas son las dos clases de asistencia. Y de estas dos clases de asistencia, la asistencia con el Dhamma es la principal”. “Monjes, he aquí estas dos clases de compasión. Y, ¿cuáles son esas dos? La compasión manifiesta con los bienes materiales y la compasión manifiesta con el Dhamma. Estas son las dos clases de compasión. Y de estas dos clases de compasión, la compasión manifiesta con el Dhamma es la principal”. Colección de discursos agrupados temáticamente Mitta Sutta
47.48. Amigos
“Monjes, aquellos por quienes tienen compasión y piensan que deberían ser tenidos en cuenta—sean amigos o colegas, familiares o parientes—, a éstos deben exhortar, asentar y establecer en el desarrollo de los cuatro fundamentos de la atención consciente. “¿Cuáles cuatro? He aquí, monjes, un monje permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo… las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente… los fenómenos [mentales] en los fenómenos [mentales], con fervor, clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la codicia y desagrado respecto al mundo. “Monjes, aquellos por quienes tienen compasión… a éstos deben exhortar, asentar y establecer en el desarrollo de los cuatro fundamentos de la atención consciente”. Colección de discursos agrupados temáticamente Magganga Sutta
SN 43.11. Discurso sobre el Sendero
…“¿Y cuál es, monjes, el camino que conduce a lo incondicionado? El Óctuple Noble Sendero: Esto es, monjes, lo que se llama ‘el camino que conduce a lo incondicionado’. “Así es, monjes, cómo os he enseñado acerca de lo incondicionado y el camino que conduce a lo incondicionado. Monjes, cualquier cosa que debería hacer un maestro compasivo por causa de su compasión hacia sus discípulos, deseoso de su bienestar, yo lo he hecho por vosotros. Ahí están los lugares al pie de los árboles y allá las chozas vacías. Meditad, monjes, no seáis negligentes. Que no tengáis que arrepentiros más tarde. En esto consiste nuestra instrucción a vosotros. Colección de discursos agrupados temáticamente Sakalika Sutta
SN 4.13. Astilla
Esto he escuchado: En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el parque de los venados en Maddakucchi, cerca de Rajagaha. En esta ocasión el Bienaventurado cortó su pie con una astilla de piedra. Y un severo dolor asaltó al Bienaventurado—sensaciones corporales que eran dolorosas, trasiegas, agudas, penetrantes, desgarradoras y desagradables—. Pero el Bienaventurado se sobrepuso a ellas atentamente consciente y con clara compresión, sin llegar a angustiarse. Acto seguido, el Bienaventurado arregló su hábito exterior en uno de sus hombros doblado en cuatro, y se recostó sobre su lado derecho en la posición del león, con una de sus piernas sobre la otra, atentamente consciente y con clara comprensión. Entonces Mara, el Malvado, se acercó al Bienaventurado y se dirigió a él en verso: ¿Tienes suficientes metas para cumplir? Solo en una morada recluida ¿Por qué duermes con la cara somnolienta?”. [El Bienaventurado:] “No me acuesto aturdido ni borracho de la poesía; Habiendo alcanzado la meta, eliminé el dolor; Solo en una morada recluida Me acuesto lleno de compasión por todos los seres. “Incluso aquellos con un dardo clavado en el pecho, Incluso ellos aquí, afligidos, van a dormir; ¿Así que por qué no debería yo ir a dormir Cuando mi dardo ha sido sacado? “No me acuesto despierto en el temor, No tengo miedo de dormir. Los días y las noches no me afligen, Miro a mí mismo y no declino en el mundo. Por eso puedo dormir en paz, Lleno de compasión por todos los seres”. Entonces Mara, el Malvado, descubriendo: “El Bienaventurado me reconoció, el Afortunado sabe que soy yo”, triste y decepcionado desapareció de allí. Colección de discursos agrupados numéricamente
AN 3.75. Deben ser alentados
Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo: “Ananda, aquellos por los cuales tienes compasión, los que crees que deberían ser atendidos, sean amigos o compañeros, parientes cercanos o lejanos, deberían ser alentados, asentados y establecidos por ti en tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? “Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Buda así: ‘‘El Bienaventurado es un Arahant perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, Sublime, conocedor del mundo, insuperable entrenador de los que han de ser amansados, maestro de los devas y los seres humanos, un Iluminado, un Bienaventurado’. “Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Dhamma así: ‘El Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio’. “Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Sangha así: ‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado está practicando de buena manera, está practicando de una manera firme, verdadera y apropiada; es decir, los cuatro pares de personas, los ocho tipos de individuos: este es el Sangha de los discípulos del Bienaventurado que es digno de recibir ofrendas, digno de hospitalidad, donativos y reverenciales salutaciones; el insuperable campo de méritos para el mundo’. “Ananda, puede haber alteración en los cuatro grandes elementos—el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego, el elemento del aire―, pero no puede haber alteración alguna en el noble discípulo que posee la inamovible fe en el Buda. En ese contexto, esta sería una alteración: que este noble discípulo, que posee la inamovible fe en el Buda, renaciese en el infierno, en el reino animal o en la esfera de los espíritus hambrientos. Semejante cosa, es imposible. “Ananda, puede haber alteración en los cuatro grandes elementos—el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego, el elemento del aire―, pero no puede haber alteración alguna en el noble discípulo que posee la inamovible fe en el Dhamma… en el Sangha. En ese contexto, esta sería una alteración: que este noble discípulo, que posee la inamovible fe en el Sangha, renaciese en el infierno, en el reino animal o en la esfera de los espíritus hambrientos. Semejante cosa, es imposible. “Ananda, aquellos por los cuales tienes compasión, los que crees que deberían ser atendidos, sean amigos o compañeros, parientes cercanos o lejanos, deberían ser alentados, asentados y establecidos por ti en estas tres cosas”.
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