Es conocida la leyenda de la llorona y pegajosa tía materna del Buddha, a la que asocian con Mahapajapati Gotami, que se arrastra gimiendo, llorando y suplicando con lágrimas al Buddha para que las conceda la orden de Bhikkhunis. Hasta tres veces, el Buddha la rechaza como a Satán. Que lo vuelve a intentar con idéntico resultado. Y que, usando sus argucias propias de mujer, accede a Ananda que convence al Buddha para que creara la orden de monjas. Y después de concedérsela, el Buddha se lamenta de haberlo hecho porque ello derivará en la ruina irremisible del Dhamma en el futuro. Esta leyenda, recogida únicamente en los suttas en la colección de discursos agrupados numéricamente, discurso número 8.51. Gotami, pero profusamente repetida en la literatura temprana posterior, es falsa. El Anguttara Nikaya tiene estas cosas. Los sucesivos editores del Canon pensaban que, metiendo morcillas como ésta, así cambiarían el Dhamma. Pero lo hacen tan rematadamente mal, es una chapuza tan gorda, que salta inmediatamente. El monje que escribió este sutta, mandado por alguien que solo quería humillar a las monjas, en una época que no se entendía que existiera derecho alguno para la mujer fuera de la órbita masculina que no fuera de prostituta. En esto el Buddha fue revolucionario, pero los oportunistas advenedizos al olor de la comida caliente no lograron entenderlo. Y como en ellos quedó custodia del Dhamma asi lo tergiversaron y aún hoy sirve para que millones de mujeres sigan siendo consideradas seres inferiores. Las consecuencias de estas bromas no son para reírse: en Tibet pensaban que ser mujer era castigo por el comportamiento «impío» (pecaminoso) durante una vida anterior. La palabra «mujer», kimen, significaba «nacido inferior». Las mujeres tenían que rezar: «Que abandone este cuerpo femenino y renazca como varón». La superstición lamaísta asociaba a la mujer con el mal y el pecado. Se decía que «de diez mujeres nueve son diablas». Consideraban que cualquier cosa que tocaba una mujer se dañaba, asi que les imponían toda clase de tabúes, por ejemplo, tocar las medicinas. La escritora Han Suyin escribió: «No permitían a ninguna mujer tocar las pertenencias de un lama, ni podía erigir una pared, o ‘la pared se caería;…. Una viuda era despreciable, y era una diabla. No permitían a las mujeres tocar el hierro ni usar instrumentos de hierro. La religión les impedía levantar sus ojos mas allá de la rodilla de un hombre, de la misma manera que los siervos y esclavos no podían levantar los ojos al nivel de la cara de la nobleza o los grandes lamas». Los monjes de la principal secta budista tibetana rechazaban las relaciones íntimas (e incluso el contacto) con las mujeres. El sistema de tulkus habilitaba una forma tan eficaz como cruel de asegurarse la descendencia sin intervención femenina: robaban a las mujeres a sus hijos con la peregrina explicación de que eran muy afortunadas por ser las madres de un lama mucho más viejo que ellas y además, muerto. Las mujeres tuvieron que esperar a que el Dalai Lama se fuera para entrar en la mayoría de los principales monasterios o palacios del comunista Tenzin Gyatso. Era común quemar a las mujeres por ser «brujas», a menudo porque practicaban la medicina tradicional o los rituales de la religión tradicional prebudista (conocida como Bön). Dar a luz a gemelos era prueba de que una mujer había copulado con un espíritu malo y en las zonas rurales era común quemar a la madre y los gemelos recién nacidos. Y lo divertido es que existen mujeres occidentales que trabajan de seres inferiores y lo hacen muy bien. Los theravadines son aún más expeditivos: está terminantemente prohibido mencionar el asunto. Por ejemplo, prohibieron el documento de Ajahn Brahm sobre la igualdad de género en la conferencia del Día de Vesak (UNDV) de 2014 en Vietnam. El documento estaba claramente alineado con el Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas 3 (Promover la Igualdad de Género y Empoderar a las Mujeres), que el UNDV está comprometido a mantener a través de su conexión con la ONU. Además, el documento de Ajahn Brahm ya había sido aprobado para ser presentado cuando fue repentinamente prohibido 36 horas antes de su presentación programada. Lo publicaron en internet hasta en chino: 404. Hicieron una recolección de firmas: CERRADO. En China el nacimiento de una niña es una desgracia para la familia y a muchas las matan directamente al nacer o las abandonan en hospicios denigrantes. Las japonesas ostentan la dudosa reputación de ser las mujeres más reprimidas del Planeta… Y ¿qué hay de todo esto? Este sutta no hay quien lo agarre por ninguna parte. Lo único real es tratar de tirar por tierra la predilección que el Buddha tenía por Mahapajapati Gotama de la que dijo: “Monjes, la primera entre mis discípulas monjas en el señorío es Mahapajapati Gotama.” AN 8.51 Fue un personaje real, pero nada que ver con tías maternas, nodrizas y madres adoptivas. En uno de los nueve suttas imprescindibles, en MN 85, el Buddha declara que: “Más tarde, cuando era joven, un hombre de cabello negro, dotado de la bendición de la juventud, en la primicia de la vida, aunque mi madre y padre desearon otra cosa y derramaron lágrimas, afeité mi cabeza y la barba, me puse el hábito amarillo y salí del hogar para asumir un estilo de vida sin hogar. No hay madres muertas, sustituidas por tías que hacen de nodriza y de madre adoptiva. La idea es humillar a una presunta madre adoptiva del Buddha y lo consiguieron. El Buddha jamás duda. Y menos se pone terco como una mula defendiendo lo indefendible. Insultar al Buddha tratándolo de necio, sí que poco lógico Para rebajar a las mujeres no les importa ofender al mismo Bendito. Y además, cambia de decisión porque su asistente, su criado, le hace entender lo que no entendía. Y como si no quiere la cosa, también le ponen de adivino, pronosticando cuando justamente iban a disolver el Sangha de las Bhikkhunis. O sea, el sutta está claramente escrito al menos 500 años después del parinibbana del Buddha. Para humillar a la mujer pusieron al Buddha como mentiroso, necio, tonto y nigromante. Ya vemos en qué piensan los budistas cuando les hablas del Buda… El Buddha admiraba a sus bhikkhunis y no escatimaba alabanzas a sus progresos: Colección de discursos agrupados numéricamente 235–247. Quinto sub-capítulo “Monjes, la primera entre mis discípulas monjas en el señorío es Mahapajapati Gotama. “Monjes, la primera entre aquellas de gran sabiduría es Khema. “Monjes, la primera entre aquellas con poderes espirituales es Uppalavanna. “Monjes, la primera entre aquellas que son defensoras de la Disciplina es Patacara. “Monjes, la primera entre aquellas que hablan sobre el Dhamma es Dhammadinna. “Monjes, la primera entre aquellas que son meditadoras es Nanda. “Monjes, la primera entre aquellas que hacen surgir la energía es Sona. “Monjes, la primera entre aquellas con el ojo divino es Sakula. “Monjes, la primera entre aquellas que rápidamente alcanzan el conocimiento directo es Bhadda Kundalakesa. “Monjes, la primera entre aquellas que recuerdan las vidas pasadas es Bhadda Kapilani. “Monjes, la primera entre aquellas que alcanzan el gran conocimiento directo es Bhadda Kaccana. “Monjes, la primera entre aquellas que visten la ropa áspera es Kisagotami. “Monjes, la primera entre aquellas que tienen resolución a través de la fe es Sigalamata. El Sutta falso es éste. No tiene desperdicio: Colección de discursos agrupados numéricamente 8.51. Gotami En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los sakyas, en el Parque de los Bambúes, cerca de Kapilavatthu. Entonces Mahapajapati Gotami se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se paró a un lado y le dijo: “Venerable Señor, sería bueno que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. “¡Basta, Gotami! No favorezcas la obtención del renunciamiento de las mujeres a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. Y por segunda vez… por tercera vez Mahapajapati Gotami dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, sería bueno que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. “¡Basta, Gotami! No favorezcas la obtención del renunciamiento de las mujeres a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. Entonces, Mahapajapati Gotami pensando: “El Bienaventurado no permite el renunciamiento a la vida hogareña en el estilo de vida sin hogar para las mujeres”, desgraciada y triste, llorando y con el rostro lloroso, rindió homenaje al Bienaventurado, lo rodeó, cuidando que siempre quedara a su mano derecha, y salió de allí. Habiendo permanecido en Kapilavatthi por el tiempo que consideró oportuno, el Bienaventurado se fue de gira hacia Vesali. Recorriendo los diferentes lugares, finalmente llegó a Vesali, donde permaneció en el pabellón con el techo de dos aguas, en el Gran Bosque. Entonces, Mahapajapati Gotami se cortó el cabello, se puso la túnica de color ocre y, junto con un número de mujeres sakyans, salió hacia Vesali. Finalmente, llegó a Vesali, al pabellón con el techo de dos aguas en el Gran Bosque. Acto seguido, con sus pies hinchados, con su cuerpo cubierto de polvo, desgraciada y triste, llorando y con el rostro lloroso, se paró a la entrada. Y el Venerable Ananda, viendo las condiciones, en las cuales se encontraba, le dijo: “Gotami, ¿por qué estás ahí parada a la entrada, con tus pies hinchados, con tu cuerpo cubierto de polvo, desgraciada y triste, llorando y con el rostro lloroso?”. “Estoy así, Venerable Ananda, porque el Bienaventurado no permite el renunciamiento a la vida hogareña en el estilo de vida sin hogar para las mujeres”. “Entonces bien, Gotami, espera aquí, mientras pediré al Bienaventurado que conceda el renunciamiento para las mujeres”. Acto seguido, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “Venerable Señor, Mahapajapati Gotami está afuera parada a la entrada, con sus pies hinchados, con su cuerpo cubierto de polvo, desgraciada y triste, llorando y con el rostro lloroso, porque el Bienaventurado no concede el renunciamiento para las mujeres. Sería bueno, Venerable Señor, que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. “¡Basta, Ananda! No favorezcas la obtención del renunciamiento de las mujeres a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. Y por segunda vez… por tercera vez el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, sería bueno que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. “¡Basta, Ananda! No favorezcas la obtención del renunciamiento de las mujeres a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. Entonces, esto se le ocurrió al Venerable Ananda: “El Bienaventurado no permite el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar. Voy a pedir el renunciamiento para las mujeres de una manera diferente”. Entonces el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, si una mujer pudiera renunciar a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, ¿sería posible que realizara el fruto de la entrada-en-la-corriente, el fruto de un-sólo-retorno, el fruto del no-retorno y el fruto del arahantado?”. “Eso sería posible, Ananda”. “Venerable Señor, si fuera posible que una mujer realizara el fruto de la entrada-en-la-corriente, el fruto de un-sólo-retorno, el fruto del no-retorno y el fruto del arahantado, [y considerando que] Mahapajapati Gotami ha sido de gran ayuda para el Bienaventurado—habiendo sido su tía materna, nodriza y madre adoptiva que lo nutrió con la leche del pecho cuando su madre murió―, sería bueno que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”. “Ananda, si Mahapajapati Gotami acepta los ocho principios de respeto , haremos que tenga su plena ordenación. “La bhikkhuni que ha sido ordenada por cien años, debe rendir homenaje al monje que ha sido ordenado ese mismo día, debe levantarse ante él, saludarlo reverencialmente y comportarse cordialmente con él. Este principio debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “La monja no debe entrar al retiro de las lluvias en un lugar donde no hay otras monjas. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “Cada medio mes la monja debe preguntar al Sangha de los monjes sobre dos cosas: sobre el Uposatha y sobre el venir por la exhortación Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “Cuando la monja haya observado el retiro de las lluvias, debe hacer la invitación a la corrección a ambos Sanghas en consideración a tres cosas: en consideración a todo lo visto, escuchado y sospechado. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “La monja que ha cometido una ofensa grave debe observar un periodo de penalidad de medio mes ante los dos Sanghas. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “La practicante que ha completado dos años de entrenamiento en los seis principios, debe pedir la plena ordenación por parte de ambos Sanghas. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “La monja, de ninguna manera debe insultar o injuriar a un monje. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “A partir de hoy, Ananda, las monjas tienen prohibido amonestar a los monjes, pero los monjes no tienen prohibido amonestar a las monjas. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “Ananda, si Mahapajapati Gotami acepta estos ocho principios de respeto, haremos que tenga su plena ordenación”. Acto seguido, el Venerable Ananda, habiendo aprendido estos ocho principios de respeto del Bienaventurado, fue junto a Mahapajapati Gotami y le dijo: “Gotami, si aceptas ocho principios de respeto, se hará que tengas tu plena ordenación: “La bhikkhuni que ha sido ordenada por cien años, debe rendir homenaje al monje que ha sido ordenado ese mismo día, debe levantarse ante él, saludarlo reverencialmente y comportarse cordialmente con él. Este principio debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida… A partir de hoy las monjas tienen prohibido amonestar a los monjes, pero los monjes no tienen prohibido amonestar a las monjas. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida. “Gotami, si aceptas estos ocho principios de respeto, se hará que tengas tu plena ordenación”. “Venerable Ananda, si una mujer o un hombre joven, juvenil y amante de ornamentos, con su cabeza bañada, obtuviera una guirnalda de loto azul, jazmines o lirios, él o ella lo aceptaría con ambas manos y lo pondría sobre su cabeza. De la misma manera acepto esos ocho principios de respeto que no deben ser transgredidos durante el tiempo que dure la vida”. Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “Venerable Señor, Mahapajapati Gotami aceptó los ocho principios de respeto que no deben ser transgredidos durante el tiempo que dure la vida”. “Ananda, si las mujeres no obtuvieran el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, la vida espiritual tendría una larga duración; el buen Dhamma estaría firme incluso por mil años. Sin embargo, Ananda, porque las mujeres obtienen el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, la vida espiritual no tendrá una larga duración; el buen Dhamma estará firme solamente por quinientos años. “Ananda, al igual que los ladrones que merodean, fácilmente asaltan a aquellas familias que tienen muchas mujeres y pocos hombres, así también todo aquel Dhamma y Disciplina, en el cual las mujeres obtienen el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar, la vida espiritual no es más muy larga. “Ananda, al igual que cuando un campo de arroz de montaña ha madurado, si lo ataca la enfermedad de blanqueo, ya no tendrá una vida larga, así también todo aquel Dhamma y Disciplina, en el cual las mujeres obtienen el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar, la vida espiritual no es más muy larga. “Ananda, al igual que cuando un campo de caña de azúcar ha madurado, si lo ataca la enfermedad de oxidación, no tendrá una vida larga, así también todo aquel Dhamma y Disciplina, en el cual las mujeres obtienen el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar, la vida espiritual no es más muy larga. “Ananda, al igual que un hombre que construye un dique alrededor de un gran embalse de agua como medida de precaución para que el agua no se desborde, así también, como medida de precaución he prescrito estos ocho principios de respeto como cosas que no deben ser transgredidas durante el tiempo que dura la vida”. Para rematar, aquí está otro sutta falso, que hace uso de Mahapajapati con la misma estructura del anterior, también resulta ser un sutta interesado. El anterior servía para humillar a las mujeres, este otro para exponer su tarifa de precios: Majjhima Nikaya 142 Dakkhinavibhanga Sutta Exposición de las ofrendas Esto he escuchado: En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Parque Nigrodha en el país de los sakyas de nombre Kapilavatthu. Entonces, Mahapajapati Gotami tomó un nuevo par de hábitos y se fue junto al Bienaventurado. Después de haberle rendido homenaje, se sentó a un lado y dijo al Bienaventurado: “Venerable señor, este nuevo par de hábitos fue hilado por mí, tejido por mí especialmente para el Bienaventurado. Venerable señor, que el Bienaventurado lo acepte de mi parte por su compasión”. Cuando esto fue dicho, el Bienaventurado le dijo: “Ofrézcalo al Sangha, Gotami. Si lo ofreces al Sangha, ambos, yo y el Sangha seremos honrados”. Y por segunda vez… Y por tercera vez Mahapajapati Gotami dijo al Bienaventurado: “Venerable señor, este nuevo par de hábitos fue hilado por mí, tejido por mí especialmente para el Bienaventurado. Venerable señor, que el Bienaventurado lo acepte de mi parte por su compasión”. Y por segunda vez… Y por tercera vez el Bienaventurado respondió: “Ofrézcalo al Sangha, Gotami. Si lo ofreces al Sangha, ambos, yo y el Sangha seremos honrados”. En ese momento el venerable Ananda dijo al Bienaventurado: “Venerable señor, que el Bienaventurado acepte el nuevo par de hábitos de parte de Mahapajapati Gotami. Mahapajapati Gotami ha sido muy útil al Bienaventurado, venerable señor. Siendo la hermana de su madre, fue su nodriza, fue su segunda madre que le dio la leche. Ella amamantó al Bienaventurado cuando su propia madre murió. El Bienaventurado también ha sido muy útil para Mahapajapati Gotami, venerable señor. Es debido al Bienaventurado que Mahapajapati Gotami ha ido por refugio al Buda, el Dhamma y el Sangha. Es debido al Bienaventurado que Mahapajapati Gotami se abstiene de matar a los seres vives, de tomar lo que no le ha sido dado, de los indebidos placeres sensuales, de hablar falsamente y del vino, licor y bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Es debido al Bienaventurado que Mahapajapati Gotami posee una perfecta fe en el Buda, en el Dhamma y en el Sangha, teniendo de esta manera, las virtudes ponderadas por los nobles. Es debido al Bienaventurado que Mahapajapati Gotami es libre de dudas acerca de la insatisfacción, acerca del origen de la insatisfacción, acerca del cese de la insatisfacción y acerca del sendero que conduce al cese de la insatisfacción. El Bienaventurado ha sido muy útil a Mahapajapati Gotami.” “Eso es así, Ananda, eso es así. Cuando una persona, debido a la otra, se ha ido por refugio al Buda, el Dhamma y el Sangha, yo digo que no es fácil para esa primera retribuir a la última rindiéndole homenaje, levantándose frente a ella, ofreciéndola los respetuosos saludos y amables servicios, ni proveyéndole hábitos, comidas de limosnas, lugar de descanso y requisitos medicinales. “Cuando una persona, debido a la otra, llegó a abstenerse de matar a los seres vives, de tomar lo que no le ha sido dado, de los indebidos placeres sensuales, de hablar falsamente y del vino, licor y bebidas embriagantes que son la base de la negligencia, yo digo que no es fácil para esa primera devolverlo a la última rindiéndole homenaje, levantándose frente a ella, ofreciéndola los respetuosos saludos y amables servicios, ni proveyéndole hábitos, comidas de limosnas, lugar de descanso y requisitos medicinales. “Cuando una persona, debido a la otra, llegó a poseer una perfecta fe en el Buda, en el Dhamma y en el Sangha, teniendo de esta manera, las virtudes ponderadas por los nobles, yo digo que no es fácil para esa primera retribuir a la última rindiéndole homenaje, levantándose frente a ella, ofreciéndola los respetuosos saludos y amables servicios, ni proveyéndole hábitos, comidas de limosnas, lugar de descanso y requisitos medicinales. “Cuando una persona, debido a la otra, llegó a estar libre de dudas acerca de la insatisfacción, acerca del origen de la insatisfacción, acerca del cese de la insatisfacción y acerca del sendero que conduce al cese de la insatisfacción, yo digo que no es fácil para esa primera retribuir a la última rindiéndole homenaje, levantándose frente a ella, ofreciéndola los respetuosos saludos y amables servicios, ni proveyéndole hábitos, comidas de limosnas, lugar de descanso y requisitos medicinales. “He aquí, Ananda, hay esas catorce clases de ofrendas personales. Uno da un regalo al Tathagata, realizado y plenamente iluminado: esta es la primera clase de ofrenda personal. Uno da un regalo al Buda silencioso: esta es la segunda clase de ofrenda personal. Uno da un regalo al arahant, el discípulo del Tathagata: esta es la tercera clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a uno que haya entrado en el sendero de la realización del fruto del arahantado: esta es la cuarta clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a aquel-que-no retorna: esta es la quinta clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a uno que haya entrado en el sendero de la realización del fruto de no-retorno: esta es la sexta clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a aquel-que-una-vez-retorna: esta es la séptima clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a uno que haya entrado en el sendero de la realización del fruto del retorno-una-vez: esta es la octava clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a aquel-que-entra-en-corriente: esta es la novena clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a uno que haya entrado en el sendero de la realización de la entrada-en-corriente: esta es la décima clase de ofrenda personal. Uno da un regalo afuera a alguien que está libre de la codicia por los placeres sensuales: esta es la undécima clase de ofrenda personal. Uno da un regalo afuera a una virtuosa persona ordinaria: esta es la duodécima clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a una persona ordinaria inmoral: esta es la tredécima clase de ofrenda personal. Uno da un regalo a un animal: esta es la decimocuarta clase de ofrenda personal. “Ananda, por ofrecer el regalo a un animal, uno puede esperar la recompensa cien veces mayor. Por ofrecer el regalo a una persona ordinaria inmoral, uno puede esperar la recompensa mil veces mayor. Por ofrecer el regalo a una virtuosa persona ordinaria, uno puede esperar la recompensa cien mil veces mayor. Por ofrecer el regalo afuera a alguien que está libre de la codicia por los placeres sensuales, uno puede esperar la recompensa cientos de miles de veces mayor. “Por ofrecer el regalo a uno que haya entrado en el sendero de la realización de la entrada-en-corriente, puede esperar una recompensa incalculable, inconmensurable. ¿Cuánto más podría decirse de la ofrenda hecha a aquel-que-entra-en-corriente… a uno que haya entrado en el sendero de la realización del fruto del retorno-una-vez… a aquel-que-una-vez-retorna… a uno que haya entrado en el sendero de la realización del fruto de no-retorno… a aquel-que-no retorna… a uno que haya entrado en el sendero de la realización del fruto del arahantado… al arahant, el discípulo del Tathagata… al Buda silencioso… al Tathagata, realizado y plenamente iluminado?
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