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Foto del escritorTomás Morales y Durán

La Trampa del Anagami

Existe un enorme desconocimiento acerca de la dinámica de la iluminación, de los Buddhas y de los Brahmas. De hecho, podríamos calificar de “buenista” de “salvadora” la actividad de los Buddhas. Las razones por las que los Buddhas pueden existir son las mismas por las que los Buddhas enseñan, y nada tienen que ver con los humanos. Vamos a describir la dinámica de la iluminación que no es una dinámica “evolutiva” a lo largo de diferentes vidas, sino el resultado de experiencias puntuales. Además, veremos que, para que puedan existir Buddhas completos, Sammasambuddhas, existe una trampa en el recorrido en la que de forma pseudoaleatoria un número muy pequeño de Anagamis cae, transformándose en Brahmas y que su única forma de liberación es formar Buddhas para que les ayuden a escapar. Sin este curioso mecanismo, los Buddhas simplemente no existirían. Lo primero es dejar claro cómo funciona la iluminación. Si un individuo entra en la corriente o bien le queda vagar entre devas y humanos durante un máximo de siete vidas, o menos si es de los que renacen en buenas familias. No pueden renacer en los reinos inferiores. En su última vida, en este mundo, alcanzan el arahantado sin más. El individuo que es un sakadagami, esto es, que ha debilitado el apego y la aversión, tiene un germen de renacimiento en este mundo, un retorno. Y es en esa vida futura que llega al arahantado. Y aquel que alcanza el arahantado en esta vida, lo hace por el propio esfuerzo o porque entró en la corriente o bien era un “un-retorno”. Y aquí es donde entra el mecanismo de regulación. ¿Qué sucede con los anagamis, o los “no-retorno”? Lo primero, es dejar claro que no se convierten en devas y desde ahí alcanzan Nibbāna. Es una idea muy extendida pero que carece de sentido y, por tanto, no está apoyada en ningún sutta. Otro aspecto importante. Aunque la definición de anagami es aquel que ha erradicado el apego y la aversión, no lo hace totalmente, le queda un resto que sí desaparece totalmente en el arahant. Es por eso por lo que hay suttas que hacen referencia a que si queda un resto de apego tienen el destino de los Anagamis, y si no, Nibbāna. Los anagamis, después de la muerte, alcanzan Nibbāna con muchísima probabilidad. Pero no todos. El símil de la viruta que sale despedida al golpear un cuenco de hierro al rojo vivo y la probabilidad de que se apague al saltar, al elevarse, al caer, a incendiar un poco de basurilla, a generar un pequeño incendio o a provocar un incendio devastador, nos da idea de la probabilidad que supone el último caso. En pocas palabras, es pequeñísima, pero es posible. En todos los casos menos en el último, el anagami se funde en Nibbāna sin más, al momento de su muerte. Pero ¿qué pasa con los que les toca el incendio? Pues que quedan atrapados en el reino de Akanittha, la más elevada de las Moradas Puras, arrastrados por una corriente ascendente que los secuestra de Nibbāna. Lo que es una desgracia enorme. Y ahí quedan, atascados. Sin posibilidad de salir de ahí. Hicieron todo lo que se necesita para lograr Nibbāna, como la inmensa mayoría de los anagamis, pero no se aseguraron en esta vida de alcanzar el arahantado, por lo que el riesgo se concretó. Los Brahmas del reino de Akanittha son seres perfectos, pero con una misión, salir de ahí. De la trampa de Anagami. Hay que dejar claro que no son devas normales, ni mucho menos. Los devas son moradas en los que la conciencia recala de tanto en tanto, a través del Samsara. O sea, los devas no tienen por qué ser nobles, o ariyas. Sólo en el caso de los sotāpanna pueden ser devas entre las vidas que deben consumir. El resto de ariyas ninguno es un deva, ni un-retorno, que regresa al plano humano, ni el arahant que acaba su existencia en este mundo. Los devas, después de su muerte, tienden a caer en los planos inferiores. Vamos, que, si te encuentras con un deva, y no es un Brahma, podíamos decir que es “sospechoso”: o es un aprendiz o nada de nada. Este mecanismo es imprescindible para la existencia de los Buddhas. Un Buddha aparece cuando el Dhamma se su predecesor está caduco, podrido, estéril y no sirve para producir nuevas iluminaciones. Es decir, el bodhisattva se encuentra con que no dispone de un Dhamma vivo y debe encontrarlo. Y ¿Dónde lo busca? Usando las jhānas superiores, que no son más que la forma de sintonizar con los planos de los devas. Solo en el caso excepcional de que un Brahma esté buscando el modo de escapar, podría usar este medio para revelar el Dhamma incondicionado, al que tuvo acceso (recordemos que debería estar ya fundido en Nibbāna) al bodhisattva, transformándolo así en un Paccekabuddha en un principio. Ahora falta la segunda parte, convencerle de que le ayude a salir, convencerle de que sea su maestro, su Sammasambuddha, el único que puede lograr que pueda, por fin, fundirse en Nibbāna. Esto mismo lo relata el Buddha en el Bodhirajakumara Sutta, MN 85. Le aparece el Brahma totalmente desesperado y le pide que le enseñe, que sería una desgracia que no lo hiciera, y le hace ver que hay otros seres que no son unos zopencos como los humanos y que están dispuestos y tienen muy poco polvo en los ojos. El trabajo de un Buddha es con estos Brahmas fundamentalmente, y de forma tangencial, con devas y humanos. Los humanos, sin acceso al Dhamma incondicionado, no pueden de ninguna forma acceder a él si no les es revelado. Es por eso por lo que no hay iluminados sin un maestro que no sea un Sammasambuddha. El Sammasambuddha es su vía para la liberación. Y un Sammasambuddha no es reemplazable por nada. Y menos por libros, por cursos o por maestrillos disfrazados de mendigo. Y lo primero que debe hacer un Sammasambuddha es acabar con la fe, con los restos corrompidos del viejo Dhamma, al que los más necios se apegan en su compulsión a renacer en el infierno. A continuación, está una relación de suttas que hablan de esto mismo. Es interesante leeros despacio con esta perspectiva y así tomarán sentido de inmediato. Un Buddha no es un salvador del mundo, que salva por pura compasión. Es alguien que, está obligado a la liberar a quien le ha elevado y que, tangencialmente, ayuda a otros seres. En preferencia devas. Enseñar a humanos es, como poco, agotador y de poco fruto. La inmensa mayoría es ciega al Dhamma, y los pocos que no lo son, a lo más, son como los niños del kínder. Colección de discursos agrupados numéricamente 7.55. Destinos de las personas “Monjes, voy a enseñaros los siete destinos de las personas y el logro del Nibbana mediante el no-apego. Escuchad y prestad atención que voy a hablar”. “Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó: “Y, ¿cuáles son, monjes, los siete destinos de las personas? “He aquí, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser, esto no va a ser mío. Estoy abandonando lo que existe, lo que ha llegado a ser’. Y obtiene la ecuanimidad. No está apegado a la existencia; no está apegado al surgimiento. Ve con la correcta sabiduría: ‘Hay aquí un estado superior de la paz’; aun así, no ha realizado totalmente aquel estado. Aún no abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la presunción; no abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la avidez por la existencia; no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo. “Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta podría salir volando de él y extinguirse. Del mismo modo, un monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo. “Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser, esto no va a ser mío. Estoy abandonando lo que existe, lo que ha llegado a ser’. Y obtiene la ecuanimidad. No está apegado a la existencia; no está apegado al surgimiento. Ve con la correcta sabiduría: ‘Hay aquí un estado superior de la paz’; aun así, no ha realizado totalmente aquel estado. Aún no abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la presunción; no abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la avidez por la existencia; no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo. “Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta podría salir volando de él, elevarse y extinguirse. Del mismo modo, un monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo. “Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser, esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo. “Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta podría salir volando de él, elevarse y extinguirse justo un instante antes de aterrizar en el suelo. Del mismo modo, un monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo. “Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser, esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el aterrizaje. “Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, podría producirse una viruta y salir volando de él, extinguirse en el suelo. Del mismo modo, un monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el aterrizaje. “Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser, esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo. “Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta podría salir volando de él, elevarse y caer sobre un pequeño montículo de paja o palillos. Esto produciría fuego y humo, pero cuando el pequeño montículo de paja o palillos se terminase, al no haber más combustible, se extinguiría. Del mismo modo, un monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo. “Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser, esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo. “Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta podría salir volando de él, elevarse y caer sobre un ancho montículo de paja o palillos. Esto produciría fuego y humo, pero cuando el ancho montículo de paja o palillos se terminase, al no haber más combustible, se extinguiría. Así también un monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo. “Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser, esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que va aguas arriba, dirigiéndose hacia el reino Akanittha. “Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta podría salir volando de él, elevarse y caer sobre un gran montículo de paja o palillos. Esto produciría fuego y humo, y cuando el gran montículo de paja o palillos se terminase podría quemar un bosque o una alborada hasta llegar al borde del campo, al borde del camino, al borde de una montaña rocosa, al borde del agua o a algún deleitoso lugar, y se extinguiría. Del mismo modo, un monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que va aguas arriba, dirigiéndose hacia el reino Akanittha. “Estos son, monjes, los siete destinos de las personas. “Y, ¿qué es, monjes, el logro del Nibbana mediante el no-apego? “He aquí, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser, esto no va a ser mío. Estoy abandonando lo que existe, lo que ha llegado a ser’. Y obtiene la ecuanimidad. No está apegado a la existencia; no está apegado al surgimiento. Ve con la correcta sabiduría: ‘Hay aquí un estado superior de la paz’, y ha realizado totalmente aquel estado. Abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la presunción; abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la avidez por la existencia; abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores ha descubierto por sí mismo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí. Esto se llama, monjes, el logro del Nibbana mediante el no-apego. “Estos son, monjes, los siete destinos de las personas y el logro del Nibbana mediante el no-apego”. Colección de discursos agrupados temáticamente Atthikamahapphala Sutta 46.57. Discurso [de la percepción] del esqueleto

  1. De gran fruto

En Savatthi. “Monjes, cuando la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada, es de gran fruto y beneficio. “¿Y cómo, monjes, la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada para que sea de gran fruto y beneficio? He aquí, monjes, el monje desarrolla el factor de iluminación de la atención consciente acompañada de la percepción del esqueleto… [desarrolla el factor de iluminación de la investigación de las cualidades… de la energía… del arrobamiento… de la tranquilidad… de la concentración]… desarrolla el factor de iluminación de la ecuanimidad acompañada de la percepción del esqueleto, basada en el aislamiento, el desapasionamiento y cese, madurando en la liberación. Es de esta manera que la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada para que sea de gran fruto y beneficio”.

  1. Uno de dos frutos

“Monjes, cuando la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada, uno de dos frutos puede ser esperado: el conocimiento final en esta misma vida o—si queda algún resto de apego― el estado de no-retorno. “¿Y cómo, monjes, la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada para que uno de estos dos frutos sea esperado: el conocimiento final en esta misma vida o—si queda algún resto de apego― el estado de no-retorno? He aquí, monjes, el monje desarrolla el factor de iluminación de la atención consciente acompañada de la percepción del esqueleto… desarrolla el factor de iluminación de la ecuanimidad acompañada de la percepción del esqueleto, basada en el aislamiento, el desapasionamiento y cese, madurando en la liberación. Es de esta manera que la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada para que uno de dos frutos sea esperado: el conocimiento final en esta misma vida o—si queda algún resto de apego― el estado de no-retorno”. iii. El gran bienestar “Monjes, cuando la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada, conduce a un gran bienestar. “¿Y cómo, monjes, la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada para que conduzca a un gran bienestar? He aquí, monjes, el monje desarrolla el factor de iluminación de la atención consciente acompañada de la percepción del esqueleto… desarrolla el factor de iluminación de la ecuanimidad acompañada de la percepción del esqueleto, basada en el aislamiento, el desapasionamiento y cese, madurando en la liberación. Es de esta manera que la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada para que conduzca a un gran bienestar”.

  1. A resguardo de la esclavitud

“Monjes, cuando la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada, conduce a un gran resguardo de la esclavitud. “¿Y cómo, monjes, la percepción del esqueleto es cultivada y desarrollada para que sea un gran resguardo contra la esclavitud? …” [se repite lo de los factores de iluminación].

  1. Sentido de urgencia

“Monjes, cuando la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada, conduce a un gran sentido de urgencia. “¿Y cómo, monjes, la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada para que conduzca a un gran sentido de urgencia? …” [se repite lo de los factores de iluminación].

  1. Morando en la comodidad

“Monjes, cuando la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada conduce a morar en gran comodidad. “¿Y cómo, monjes, la percepción de un esqueleto es cultivada y desarrollada para que conduzca a morar en gran comodidad? …” [se repite lo de los factores de iluminación]. [Cada uno de los siguientes suttas, 58 al 66, deben ser elaborados conforme al método séxtuple aplicado al SN 46.57]. Colección de discursos agrupados temáticamente Añña Sutta 47.36. Conocimiento final “Monjes, existen estos cuatro fundamentos de la atención consciente. ¿Cuáles cuatro? He aquí, monjes, un monje permanece contemplando el cuerpo en el cuerpo… las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente… los fenómenos [mentales] en los fenómenos [mentales], con fervor, clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la codicia y desagrado respecto al mundo. “Monjes, cuando estos cuatro fundamentos de la atención consciente se han cultivado y desarrollado, uno de dos frutos puede ser esperado: el conocimiento final en esta misma vida o, si queda algún resto de apego, el estado de no-retorno”. Colección de discursos agrupados temáticamente Nirodha Sutta 46.76. Cese

  1. De gran fruto

“Monjes, cuando la percepción del cese es cultivada y desarrollada es de gran fruto y beneficio. “¿Y cómo, monjes, la percepción del cese es cultivada y desarrollada para que sea de gran fruto y beneficio? He aquí, monjes, el monje desarrolla el factor de iluminación de la atención consciente acompañada de la percepción del cese… [desarrolla el factor de iluminación de la investigación de las cualidades… de la energía… del arrobamiento… de la tranquilidad… de la concentración]… desarrolla el factor de iluminación de la ecuanimidad acompañada de la percepción del cese basada en el aislamiento, el desapasionamiento y cese, madurando en la liberación. Es de esta manera que la percepción del cese es cultivada y desarrollada para que sea de gran fruto y beneficio”.

  1. Uno de dos frutos

“Monjes, cuando la percepción del cese es cultivada y desarrollada uno de dos frutos puede ser esperado: el conocimiento final en esta misma vida o—si queda algún resto de apego― el estado de no-retorno. “¿Y cómo, monjes, la percepción del cese es cultivada y desarrollada…? […] iii-vi. El gran bienestar… Morando en la comodidad “Monjes, cuando la percepción del cese es cultivada y desarrollada conduce a un gran bienestar… a un gran resguardo de la esclavitud… a un gran sentido de urgencia… a morar en gran comodidad. “¿Y cómo se hace eso? He aquí, monjes, el monje desarrolla el factor de iluminación de la atención consciente acompañada de la percepción del cese… desarrolla el factor de iluminación de la ecuanimidad acompañada de la percepción del cese basada en el aislamiento, el desapasionamiento y cese, madurando en la liberación. Es de esta manera que la percepción del cese es cultivada y desarrollada para que conduzca a un gran bienestar… a un gran resguardo de la esclavitud… a un gran sentido de urgencia… a morar en gran comodidad”. Colección de discursos agrupados numéricamente 10.64. Inamovible “Monjes, todos aquellos que han alcanzado una confianza inamovible acerca de mí, son los que entran-en-la-corriente. De aquellos que entran-en-la-corriente, cinco ganan la meta aquí, en este mundo, y cinco ganan la meta habiendo dejado este mundo. “Y, ¿quiénes son los cinco que ganan la meta aquí, en este mundo? El que alcanza las siete-vidas-como-máximo, el que logró de familia-a-familia, el que alcanza un germen, el que una-vez-retorna y el que, en esta presente vida, es un Arahant. Estos cinco son los que ganan la meta en este mundo. “Y, ¿quiénes son los cinco que ganan la meta habiendo dejado este mundo? El que alcanza el Nibbana en el intervalo, el que alcanza el Nibbana en el aterrizaje, el que alcanza el Nibbana sin esfuerzo, el que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo y alguien que, dando un salto ascendente, se dirige al reino de Akanittha. Estos cinco son los que ganan la meta habiendo dejado este mundo. “Todos ellos, monjes, que han alcanzado una confianza y certeza inamovible acerca de mí, son los que entran-en-la-corriente. De aquellos que entran-en-la-corriente, cinco ganan la meta aquí en este mundo y cinco ganan la meta habiendo dejado este mundo”. Aṅguttara Nikāya 3. Libro de los Tres 87. Uno en formación «Monjes, esta recitación de más de 150 reglas de entrenamiento viene cada dos semanas, en referencia a la cual los hijos de las buenas familias que desean la meta se entrenan. Hay tres entrenamientos bajo los cuales se reúne todo eso. ¿Cuáles tres? La formación en la virtud elevada, la formación en la mente elevada, la formación en la sabiduría elevada. «Es el caso en que un monje es totalmente consumado en la virtud, moderadamente logrado en la concentración, y moderadamente logrado en la sabiduría. Con referencia a las reglas pequeñas y menores del entrenamiento, cae en ofensas y se rehabilita. ¿Porqué es eso? Porque no he declarado que esto sea una descalificación en estas circunstancias. Pero en cuanto a las reglas de entrenamiento que son básicas para la vida santa y propias de la vida santa, él es de virtud permanente, de virtud firme. Habiéndolos acometido, entrena en referencia a las reglas de entrenamiento. «Con la disolución de [la primera de las] tres cadenas, es uno que experimenta siete veces más a lo sumo. Habiendo transmigrado y vagado entre devas y seres humanos, pondrá fin al estrés. «[O] él es uno que va de buena familia en buena familia [es decir, renace en el reino humano o cualquiera de los reinos del deva]. Habiendo transmigrado y vagado entre dos o tres buenas familias, pondrá fin al estrés. «[O] él es uno con un solo germen. Habiendo surgido sólo una vez más en el reino humano, pondrá fin al estrés. Con la disolución de los tres grilletes y con la atenuación de la pasión, la aversión y el engaño, él es un-retorno que-al volver sólo una vez más a este mundo- pondrá fin al estrés «Es el caso en que un monje se realiza totalmente en la virtud, totalmente realizado en la concentración, y moderadamente logrado en la sabiduría. Con referencia a las reglas menores y menores de entrenamiento, cae en ofensas y se rehabilita. ¿Porqué es eso? Porque no he declarado que esto sea una descalificación en estas circunstancias. Pero en cuanto a las reglas de entrenamiento que son básicas para la vida santa y propias de la vida santa, él es de virtud permanente, de virtud firme. Habiéndolos acometido, entrena en referencia a las reglas de entrenamiento. «Con la disolución de los cinco grilletes inferiores, él es uno que va corriente arriba al Simpar [el cielo de Akanittha, el más alto de las Moradas Puras.] «[O], con la disolución de los cinco grilletes inferiores, él es uno liberado con fabricación [del esfuerzo]. «[O], con la disolución de los cinco grilletes inferiores, es uno liberado sin fabricación [del esfuerzo]. «[O], con la disolución de los cinco grilletes inferiores, es uno liberado a su llegada [en una morada pura]. «[O], con el agotamiento de los cinco grilletes inferiores, él es uno liberado enmedio. «Es el caso en que un monje se realiza totalmente en la virtud, totalmente realizado en la concentración, totalmente realizado en la sabiduría. Con referencia a las reglas menores y menores de entrenamiento, cae en ofensas y se rehabilita. ¿Porqué es eso? Porque no he declarado que para ser una descalificación en estas circunstancias. Pero en cuanto a las reglas de entrenamiento que son básicas para la vida santa y propias de la vida santa, él es una virtud permanente, una de virtud firme. Después de haberlos emprendido, entrena en referencia a las reglas de entrenamiento. Con el final de los efluentes, él reside en la liberación consciente de los efluentes y la liberación de la sabiduría, habiéndolos conocido y comprendido directamente para sí mismo en el aquí y ahora. «Los que están parcialmente logrados alcanzan una parte; Los que están completamente realizados, el todo. Las reglas de entrenamiento, te digo, no son en vano. Majjhima Nikaya 85 Bodhirajakumara Sutta El príncipe Bodhi “Entonces, consideré esto: ‘Este Dhamma alcanzado por mí es profundo, difícil de ver, difícil de entender, apacible, excelso, que trasciende la dialéctica, sutil, inteligible para aprender. Sin embargo, esta generación se deleita en los placeres sensuales, está habituada a deleitarse en los placeres sensuales y se regocija en los placeres sensuales. Y para una generación que se deleita en los placeres sensuales, que está habituada a deleitarse en los placeres sensuales y se regocija en los placeres sensuales, sería un asunto muy difícil el ver la verdad, o sea, la condicionalidad y el surgimiento dependiente. También sería un asunto muy difícil de ver, calmar las formaciones mentales, renunciar a todos los apegos, destruir la avidez, alcanzar el desapasionamiento, el cese, el Nibbana. De modo que, si yo enseñara este Dhamma a otros y ellos no me entendieran, esto podría llegar a ser una fatiga para mí, podría llegar a ser una vejación para mí’. Y más adelante, surgieron de mí estos versos, nunca escuchados en el pasado: Esto lo he ganado mediante una gran fatiga. ¡Suficiente! ¿Por qué debería darlo a conocer? Para la gente consumida por la codicia y el odio, este Dhamma es incomprensible. Yendo en contra de la corriente, sutil, profundo, difícil de ver y delicado, oculto detrás de la esclavitud de las pasiones: [invisible para los que] están encapotados por las tinieblas de la ignorancia. “Considerando esto, mi mente se inclinó más bien hacia la inactividad y no hacia la enseñanza del Dhamma. “Entonces, al Brahma Sahampati, al haber conocido en su mente esta forma mía de razonar, se le ocurrió este pensamiento: ‘¡Ay, el mundo está perdido! ¡Ay, el mundo está destruido en la medida que la mente del Tathagata, ¡el Arahant plenamente despierto, se inclina más hacia la inactividad antes que hacia la enseñanza del Dhamma!’. Acto seguido, tan rápido como un fuerte hombre estira su brazo recogido o tan rápido como recoge su brazo estirado, el Brahma Sahampati, despareciendo del mundo del Brahma, se manifestó frente a mí. Entonces, habiendo arreglado su vestimenta exterior sobre uno de sus hombros, extendió sus manos en un reverencial saludo hacia mí, y dijo: ‘Venerable Señor, que el Bienaventurado enseñe el Dhamma, que el Tathagata enseñe el Dhamma. He aquí, hay seres con poco polvo en sus ojos, quienes, al no escuchar el Dhamma, están decayendo, pero si a ellos se les enseñara el Dhamma, acrecentarían su imperfecto conocimiento’. Así habló el Brahma Sahampati y, habiendo dicho esto, agregó luego estos versos: He aquí, ha aparecido en Magadha antes de ti, un Dhamma no claro, divisado por las mentes impuras. Abre esta puerta a lo inmortal y hazles escuchar el Dhamma que es sin mancha y conduce al Despertar. Como un hombre que estuviera parado en la cima de una montaña, pudiendo observar la gente abajo, aunque estuviera muy lejos, asimismo hazlo tú, ¡Oh, poseedor de la preciosa sabiduría! ¡Oh, tú que ves todo desde la terraza más alta de la verdad! Mira hacia abajo, desde la liberación del dolor, hacia la gente hundida en el dolor, oprimida por el nacimiento y la vejez. ¡Levántate, héroe! ¡Conquistador de la batalla! Tú, que eres liberado sin resto alguno, el Hombre de la Caravana, que camina delante del mundo; Qué el Bienaventurado Enseñe el Dhamma. “Entonces, habiendo entendido la súplica del Brahma, a causa de la compasión hacia los seres, inspeccioné el mundo con la vista de un Despierto. Y cuando inspeccioné el mundo con la vista de un Despierto, he visto a los seres con poco polvo en sus ojos, he visto a los seres con mucho polvo en sus ojos, seres con facultades perspicaces y seres con facultades adormecidas, seres con buena predisposición y seres con mala predisposición, seres dóciles y seres indómitos, pocos que vieran el temor en las faltas y en los mundos venideros. Al igual que en un estanque de agua de lotos azules, o en un estanque de agua de lotos rojos, o en un estanque de agua de lotos blancos, pocos son los lotos azules, rojos o blancos que, al nacer en el agua y al crecer en el agua, no emergen del agua y, sin embargo, florecen mientras estén completamente sumergidos; y pocos son también los lotos azules, rojos o blancos que, al nacer en el agua y al crecer en el agua, alcanzan la superficie del agua; y pocos son también los lotos azules, rojos o blancos que, al nacer en el agua y al crecer en el agua, se levantan emergiendo del agua, purificados por el agua. De la misma manera, cuando inspeccioné el mundo con la vista de un Despierto, he visto a los seres con poco polvo en sus ojos, he visto a los seres con mucho polvo en sus ojos, seres con facultades perspicaces y seres con facultades adormecidas, seres con buena predisposición y seres con mala predisposición, seres dóciles y seres indómitos, pocos que vieran el temor en las faltas y en los mundos venideros. Y viendo al Brahma Sahampati, me dirigí a él con este verso: Abiertas están, para aquellos que escuchen, las puertas de lo inmortal; hagámosles renunciar a su fe. Pensando en la inútil fatiga no he predicado, Brahma, Este sublime y excelso Dhamma a los hombres. “Entonces, el Brahma Sahampati pensó: ‘La oportunidad ha sido dada por mí para que el Bienaventurado enseñe el Dhamma’. Y, saludándome, desapareció de ahí, manteniéndome a mí siempre a su lado derecho.

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