Para tener el conocimiento completo de un fenómeno, es necesario conocer al menos, el qué, el cómo, el cuando, el por qué y el para qué. Estas preguntas se remontan a la Grecia clásica y fueron la base de la retórica y de la ética. Estamos, por tanto, usando un recurso viejo en el pensamiento occidental desde Aristóteles pasando por Tomás de Aquino y llegando a la concepción del periodismo moderno anglosajón. Por otro lado, la ciencia es la encargada de conocer y describir los fenómenos. Sería lógico exigir que la ciencia conteste a esas preguntas en su tarea de describir el mundo. Sin embargo, mientras que se vuelca en unas, ignora otras. Describe el qué y el cómo. Se lía en el dónde y en el cuándo e ignora absolutamente el por qué y el para que. Y digo que se lía con el cuándo porque sabe que el tiempo no existe, pero cómo le viene bien, ignora lo anterior y como un buen tahúr se lo saca de la manga para completar así la jugada. Con el dónde sucede exactamente igual. Y si le preguntas a un científico sobre el por qué y el para que o bien te derivan a los filósofos y otros directamente te mandan a Dios. La ciencia llega a hastiar con descripciones precisas, calculadas y verificadas en la práctica, pero se inhibe de todo lo demás. Por tanto podemos decir que la ciencia no describe fenómeno alguno y se atribuye funciones que no ejerce. Por eso no es de extrañar que existan personas dedicadas a la ciencia que crean en Dios o en bobadas semejantes. Si le preguntas a un físico por qué usa las matemáticas te dirá porque le vienen bien, pero no te dirá por qué le viene bien. Esto es muy científico pero es muy poco serio. Y eso que la física es la ciencia por excelencia. Otras pseudociencias como la medicina o la economía tratan de usar las matemáticas en forma de calculo, álgebra o estadística para tratar de encajar sus respectivos resultados como si se correspondieran a la realidad. Todos intuyen que las matemáticas son “buenas”, pero no saben por qué. La matemática básica es la lógica y de ahí derivas todas las demás. Y la lógica es la que describe la condicionalidad, en otras palabras, el kamma, o sea, el Samsara. Pero si no saben ni siquiera por qué usan, o intentan usar, las matemáticas ¿Cómo piensas que van a ser capaces de describir el fenómeno completo, dentro del campo de las matemáticas? Porque el por qué y el para que son preguntas que las matemáticas responden pero que ellos ni siquiera se las plantean. La ciencia tiene mucho de ignorancia y vive en la mentira. Y más aún lo que están cerrados en el como o en el qué. Ni los caballos de los picadores andan más ciegos.
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