El MN 18 – Madhupindika Sutta – Pastel de miel, es el sutta “esotérico” por excelencia. No hay maestro en Dhamma que no tenga su propia explicación. Como siempre, la clave está en estas palabras del Buddha: «La fuente, a través del cual las percepciones y nociones, producidas por proliferaciones mentales, acosan hombre» Se está refiendo a nama-rupa, la «interfaz» que mantiene la conciencia condicionada y por lo tanto conectada al Samsara. Nama aquí son “nociones” y “percepciones” se refiere a Rupa. Este sutta es un corolario del Mahanidana Sutta donde esto se explica en detalle. En referencia a la traducción del Mahanidana Sutta, haciendo una traslación a términos informáticos, Nama es el sistema de archivos donde las etiquetas se refieren a qualias. “Nociones” es justo eso, dada una palabra la asociamos a un conjunto de cualidades. Rupa es el sistema de Entrada/Salida donde se producen las percepciones. La iluminación completa se produce al desconectar nama-rupa de la conciencia., o sea, la Iluminación no es más que la desvinculación de la Conciencia del Interface que la agobia. Es como quitarse el casco que nos ata a esta Realidad Virtual. Y, si ves en el sutta, la explicación de Maha Kaccana no es una buena explicación. Lo que vengo insistiendo: explicar sistemas en términos de “pasteles de miel” resulta tan desolador como poético. MN 18 – Madhupindika Sutta – Pastel de miel Así he escuchado. En una ocasión el Bendito estaba viviendo en el país de los sakyas, en el Parque de Nigrodha cerca de Kapilavatthu. Entonces, cuando se hizo de mañana, el Bendito se vistió, y tomó su cuenco y hábito externo y entró en Kapilavatthu por limosnas. En cuanto hubo andado por limosnas en Kapilavatthu y hubo regresado de la ronda de limosnas, después de su comida, fue hacia el Gran Bosque para pasar el día y, entrando al Gran Bosque, se sentó en la raíz de un joven árbol bilva para pasar el día. Dandapani el sakya, mientras caminaba y deambulaba por ejercicio, también entró en el Gran Bosque y, cuando hubo entrado en el Gran Bosque, se dirigió al joven árbol bilva donde estaba el Bendito e intercambió saludos con él. Una vez terminó el saludo cortés y amable, permaneció a un lado apoyándose en su bastón y preguntó al Bendito: «¿Qué afirma el recluso, qué es lo que proclama?». «Amigo, yo afirmo y proclamo tal enseñanza por la que uno no riñe con nadie en el mundo, con sus dioses, sus Maras y sus Brahmas, en esta generación con sus reclusos y brahmanes, sus príncipes y sus plebeyos; tal enseñanza por la que las percepciones no subyacen más en el brahmán que se mantiene apartado de los placeres sensuales, sin desconcierto, despojado de preocupación, libre de avidez por cualquier tipo de ser». Cuando esto fue dicho, Dandapani el sakya sacudió su cabeza, meneó su lengua y levantó sus cejas hasta que su frente se frunció en tres líneas. Luego, se marchó, apoyándose en su bastón. Entonces, cuando se hizo de noche, el Bendito se levantó de la meditación y se dirigió al Parque de Nigrodha, donde se sentó en un asiento preparado para él y relató a los bhikkhus lo que había sucedido. Entonces, cierto bhikkhu preguntó al Bendito: «Pero venerable señor, ¿cuál es la enseñanza por la cual el Bendito afirma y proclama que uno no riñe con nadie en el mundo, con sus dioses, sus Maras y sus Brahmas, en esta generación con sus reclusos y brahmanes, sus príncipes y sus plebeyos? Y, venerable señor, ¿cómo es que las percepciones ya no subyacen más en aquel brahmán que se mantiene separado de los placeres sensuales, sin desconcierto, despojado de preocupación, libre de avidez por cualquier tipo de ser?». «Bhikkhu, en cuanto a la fuente a través de la cual las percepciones y las nociones producidas por la proliferación mental que asedian a un hombre: si no se encuentra nada allí en lo cual deleitarse, acogerse y aferrarse, este es el fin de la tendencia subyacente a la codicia, de la tendencia subyacente a la aversión, de la tendencia subyacente a las opiniones, de la tendencia subyacente a la duda, de la tendencia subyacente a la vanidad, de la tendencia subyacente al deseo de ser, de la tendencia subyacente a la ignorancia; éste es el fin de recurrir a los palos y las armas, el fin de las peleas, los altercados, las disputas, las recriminaciones, la malicia y el habla falsa; aquí estos dañinos estados malsanos cesan sin restos. Esto es lo que Bendito dijo. Habiendo dicho esto, el Sublime se levantó de su asiento y marchó a su morada. Luego, un poco después de que el Bendito se hubiese marchado, los bhikkhus consideraron: «Ahora, amigos, el Bendito se ha levantado de su asiento y marchado a su morada después de ofrecer una síntesis sin exponer el significado en detalle. Ahora, ¿quién va a exponernos esto en detalle?» Entonces, consideraron: «El venerable Maha Kaccana es elogiado por el Maestro y estimado por sus sabios compañeros en la vida santa. Es capaz de exponer el significado en detalle. Supongan que acudamos a él para preguntar sobre el significado de esto». Entonces los bhikkhus fueron donde el venerable Maha Kaccana e intercambiaron saludos con él. Cuando terminó esta conversación cortés y amable, se sentaron a un lado y le contaron lo que había ocurrido, añadiendo: «Dejad que el venerable Maha Kaccana nos exponga esto». El venerable Maha Kaccana respondió: «Amigos, es como si un hombre que necesita duramen, busca duramen, recorre en busca de duramen, pensase que el duramen se debería buscar por entre las ramas y las hojas de un gran árbol que posee el duramen, después de haber pasado por alto la raíz y el tronco. Y lo mismo ocurre con ustedes, venerables señores, que piensan que deberían preguntarme acerca del significado de esto, después de haber estado con el Bendito cuando estuvieron cara a cara con el Maestro. Por conocer, el Bendito conoce; por ver, ve; él es visión, él es conocimiento, él es el Dhamma, él es el santo; él es quien habla, el que proclama, quien esclarece el significado, quien otorga la inmortalidad, el señor del Dhamma, el Tathagata. Ese era el momento en el que debieron preguntarle al Bendito el significado. Como él les dijo, así deberían recordarlo». «Ciertamente, amigo Kaccana, conociendo, el Bendito conoce; viendo, él ve; él es visión. el Thathagata. Ése fue el momento en el que debimos haber preguntado al Bendito el significado. Como nos dijo, así deberíamos recordarlo. Sin embargo el venerable Maha Kaccana es elogiado por el Maestro y estimado por sus sabios compañeros en la vida santa. El venerable Maha Kaccana es capaz de exponer el significado en detalle de esta síntesis dada por el Bendito sin exponer el significado en detalle. Que el venerable Maha Kaccana lo exponga sin encontrar molestias». «Entonces escuchad, amigos, y atended con detalle lo que voy a decir» – «Si, amigo,» contestaron los bhikkhus. El venerable Maha Kaccana dijo así: «Amigos, cuando el Bendito se levantó de su asiento y marchó hacia su morada después de ofrecer una síntesis sin exponer el significado en detalle, que es: ‘Bhikkhus, en cuanto a la fuente a través de la cual las percepciones y las nociones producidas por la proliferación mental que asedian a un hombre: si no se encuentra nada allí en lo cual deleitarse, acogerse y aferrarse, éste es el final de la tendencia subyacente a la codicia. éste es el fin de recurrir a los palos y a las armas. aquí estos dañinos estados malsanos cesan sin restos’, entiendo que el significado en detalle es como sigue: ‘Dependiendo del ojo y las formas, surge la consciencia del ojo. El encuentro de estos tres es el contacto. Con el contacto como condición, hay sensación. Lo que uno siente, eso lo percibe. Lo que uno percibe, eso lo piensa. Lo que uno piensa, eso prolifera mentalmente. Con lo que uno haya proliferado mentalmente como la fuente, las percepciones y las nociones producidas por la proliferación mental asedian a un hombre con respecto a las formas cognoscibles a través del ojo del pasado, futuro y presente. «Dependiendo del oído y los sonidos. Dependiendo de la nariz y los olores. dependiendo de la lengua y los sabores. dependiendo del cuerpo y lo tangible. Dependiendo de la mente y los objetos mentales, surge la consciencia mental. El encuentro de estos tres es el contacto. Con el contacto como condición, hay sensación. Lo que uno siente, eso lo percibe. Lo que uno percibe, eso lo piensa. Lo que uno piensa, eso prolifera mentalmente. Con lo que uno haya proliferado mentalmente como la fuente, las percepciones y las nociones producidas por la proliferación mental asedian a un hombre con respecto a los objetos mentales cognoscibles a través de la mente del pasado, futuro y presente. «Cuando existe el ojo, una forma y la consciencia del ojo, es posible advertir la manifestación del contacto. Cuando existe la manifestación del contacto, es posible advertir la manifestación de la sensación. Cuando existe la manifestación de la sensación, es posible advertir la manifestación de la percepción. Cuando existe la manifestación de la percepción, es posible advertir la manifestación del pensamiento. Cuando existe la manifestación del pensamiento, es posible advertir la manifestación del asedio de las percepciones y las nociones producidas por la proliferación mental. «Cuando existe el oído, un sonido y la consciencia del oído. Cuando existe la nariz, un olor y la consciencia de la nariz. cuando existe la lengua, un sabor y la consciencia de la lengua. Cuando existe el cuerpo, un objeto tangible y la consciencia del cuerpo. Cuando existe la mente, un objeto mental y la consciencia de la mente. es posible advertir la manifestación del asediado de las percepciones y las nociones producidas por la proliferación mental. «Cuando no existe el ojo, no hay forma y no hay consciencia del ojo, es imposible advertir la manifestación del contacto. Cuando no existe manifestación del contacto, es imposible advertir la manifestación de la sensación. Cuando no existe manifestación de la sensación, es imposible advertir la manifestación de la percepción. Cuando no existe la manifestación de la percepción, es imposible advertir la manifestación del pensamiento. Cuando no existe la manifestación del pensamiento, es imposible advertir la manifestación del asedio de la percepciones y la nociones producidas por la proliferación mental. «Cuando no existe el oído, no hay sonido y no hay consciencia del oído. Cuando no existe la nariz, no hay olor y no hay consciencia de la nariz. cuando no existe la lengua, no hay sabor no hay consciencia de la lengua. Cuando no existe el cuerpo, no hay objeto tangible y no hay consciencia del cuerpo. es imposible advertir la manifestación de ser asediado por las percepciones y las nociones producidas por la proliferación mental. «Amigos, cuando el Bendito se levantó de su asiento y se marchó a su morada después de dar un breve resumen sin exponer el significado en detalle, es decir: ‘Bhikkhus, en cuanto a la fuente a través de la cual las percepciones y las nociones producidas por la proliferación mental asedia a un hombre: si no se encuentra nada allí en lo cual deleitarse, acogerse y aferrarse, este es el fin de la tendencia subyacente a la codicia, de la tendencia subyacente a la aversión, de la tendencia subyacente a las opiniones, de la tendencia subyacente a la duda, de la tendencia subyacente a la vanidad, de la tendencia subyacente al deseo de ser, de la tendencia subyacente a la ignorancia; éste es el fin de recurrir a los palos y las armas, el fin de las peleas, los altercados, las disputas, las recriminaciones, la malicia y el habla falsa; aquí estos dañinos estados malsanos cesan sin restos’, entiendo así el significado detallado de este resumen. Ahora, amigos, si lo desean, vayan hasta donde el Bendito y pregúntele a él acerca del significado de esto. Tal como se los explique el Bendito, así deberán recordarlo». Entonces los bhikkhus, habiéndose deleitado y regocijado en las palabras del venerable Maha Kaccana, se levantaron de sus asientos y fueron a ver al Bendito. Luego de rendirle homenaje, se sentaron a un lado y le contaron todo lo que había sucedido después de que él se hubo marchado, y añadieron: «Entonces, venerable señor, fuimos donde el venerable Maha Kaccana y le preguntamos acerca del significado. El venerable Maha Kaccana nos expuso el significado en estos términos, afirmaciones y frases». «Maha Kaccana es sabio, bhikkhus, Maha Kaccana tiene una gran sabiduría. Si me hubiesen preguntado por el significado de esto a mí, lo habría explicado de la misma manera en que Maha Kaccana lo ha explicado. Tal es el significado de esto, y así deberían recordarlo». Cuando esto fue dicho, el venerable Ananda dijo al Bendito: «Venerable señor, igual que si un hombre exhausto por el hambre y la debilidad encontrase un pastel de miel, lo degustase en el proceso de su ingesta, encontraría un sabor dulce exquisito; así también, venerable señor, cualquier bhikkhu mentalmente hábil, que escudriñase con sabiduría el significado de este discurso sobre el Dhamma, encontraría satisfacción y confianza en la mente. Venerable señor, ¿cuál es el nombre de este discurso del Dhamma?». «Con respecto a eso, Ananda, puede recordar este discurso sobre el Dhamma como ‘El discurso del pastel de miel'». Esto es lo que dijo el Bendito. El venerable Ananda estuvo satisfecho y se deleitó en las palabras del Bendito.
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