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«Cuando Gilgamesh, por fin, encuentra a Utnaphistim, el superviviente del Gran Diluvio, y le pide que le revele el secreto de su inmortalidad, éste le reprende, diciéndole que luchar contra el destino de todo ser humano es inútil y disminuye las alegrías de la vida».
Impasible: No sujeto a sufrimiento, dolor o daño. Insensible, desapasionado. Incapaz de sufrir; inaccesible al daño o al dolor; no ser tocado ni movido por la pasión o la simpatía; insensible o sin mostrar sentimiento; sin reacción emocional.
La impasibilidad aísla de la reacción emocional, por lo que nos hace insensibles tanto al ansia como a la aversión, posibilitando que no tomemos partido e incluso que nos identifiquemos con el personaje que experimenta los fenómenos.
La impasibilidad pone distancia, aleja y encuadra. Fuera de la lucha, posibilita ver el destino en perspectiva, e incluso la condicionalidad que lo produce.
La impasibilidad, además, es la más alta forma del amor, por encima de la benevolencia, la misericordia o las congratulaciones. La impasibilidad no exige recompensa, no busca felicidad. La impasibilidad es respeto. Es saber que cada cual es esclavo de su propia condicionalidad y que es un acto de necia arrogancia tratar de interferir en los demás.
Suficientemente distanciado de los fenómenos, se observa directamente la realidad, disipando la ignorancia, acallando el relato. Así, las alegrías de la vida surgen y pueden ser experimentadas en su plenitud sin implicarse en ellas.
La impasibilidad es la verdad, la puerta de la Sabiduría.
Cuarta jhāna???