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Enseñar el Dhamma es una vejación.
Así de claro.
Quien enseña el Dhamma es porque lo ha descubierto, porque lo posee, más bien le posee a él. Y enseñar la realidad es tan obvio que raya en el ridículo. Además, si se la muestras a alguien que niega la evidencia es un esfuerzo inútil… y vejatorio porque además no aporta ningún beneficio, ni nada bueno.
Compasión es someterse a esta vejación para que alguien despierte, considerando que el único beneficiado en ese despertar es ese alguien. Como el salvavidas que se afana en salvar a alguien que se está ahogando mientras que éste le golpea.
Colección de Discursos de Mediana Longitud MN 85. Bodhirajakumara Sutta
“Entonces, consideré esto: ‘Este Dhamma alcanzado por mí es profundo, difícil de ver, difícil de entender, apacible, excelso, que trasciende la dialéctica, sutil, inteligible para aprender. Sin embargo, esta generación se deleita en los placeres sensuales, está habituada a deleitarse en los placeres sensuales y se regocija en los placeres sensuales. Y para una generación que se deleita en los placeres sensuales, que está habituada a deleitarse en los placeres sensuales y se regocija en los placeres sensuales, sería un asunto muy difícil el ver la verdad, o sea, la condicionalidad y el surgimiento dependiente. También sería un asunto muy difícil de ver, calmar las formaciones mentales, renunciar a todos los apegos, destruir la avidez, alcanzar el desapasionamiento, el cese, el Nibbana. De modo que, si yo enseñara este Dhamma a otros y ellos no me entendieran, esto podría llegar a ser una fatiga para mí, podría llegar a ser una vejación para mí’. Y más adelante, surgieron de mí estos versos, nunca antes escuchados en el pasado:
Esto lo he ganado mediante una gran fatiga.
¡Suficiente! ¿Por qué debería darlo a conocer?
Para la gente consumida por la codicia y el odio,
este Dhamma es incomprensible.
Yendo en contra de la corriente,
sutil, profundo, difícil de ver y delicado,
oculto detrás de la esclavitud de las pasiones:
[invisible para los que] están encapotados por las tinieblas de la ignorancia.
“Considerando esto, mi mente se inclinó más bien hacia la inactividad y no hacia la enseñanza del Dhamma.
Debemos observar que solo enseña quien conoce. Falsos maestros son aquellos que enseñan lo que no conocen, no entienden ni dominan.
El Dhamma se escapa de los conceptos: está más allá.
La enseñanza del Dhamma consiste en mostrar la forma de que el discípulo puede contemplarlo, porque contarlo no sirve.
Cuando vemos a gente corriente dando conferencias, clases, charlas, cursos del Dhamma están tratando de trasportar agua con coladores. Como la realidad, que es de lo trata el Dhamma, está más allá de cualquier concepto, usar conceptos es incoherente, inútil y chusco. Y lo hacen porque, aunque lo desconocen, confían en que superior ignorancia de sus devotos. Para ellos, enseñar el Dhamma no es una vejación, es mero negocio, modo de vida, hobby o postureo social.
Se enseña para que alguien aprenda. Si nadie aprende no se puede hablar de enseñanza. Como ya hemos reiterado en diversas ocasiones el único objetivo del buddhismo es la iluminación completa que implica la erradicación definitiva de la existencia, lo demás, es mierda.
Colección de discursos agrupados numéricamente
AN 1. 316–332. Tercer subcapítulo
“Monjes, he aquí hay una persona particular que surge en el mundo para el perjuicio de mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio y sufrimiento de mucha gente, devas y seres humanos. Y, ¿quién es aquella persona? Es uno que mantiene el incorrecto punto de vista y tiene una perspectiva equivocada. Él desvía a mucha gente fuera del buen Dhamma y los establece en un mal Dhamma. Ésa es aquella persona particular que surge en el mundo para el perjuicio de mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio y sufrimiento de mucha gente, devas y seres humanos.
“Monjes, he aquí hay una persona particular que surge en el mundo para el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, bienestar y felicidad de mucha gente, devas y seres humanos. Y, ¿quién es aquella persona? Es uno que mantiene el correcto punto de vista y tiene una perspectiva correcta. Él saca a mucha gente fuera del mal Dhamma y los establece en un buen Dhamma. Ésa es aquella persona particular que surge en el mundo para el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, bienestar y felicidad de mucha gente, devas y seres humanos.
“Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que sea tan censurable que el incorrecto punto de vista. El incorrecto punto de vista es la peor cosa entre todas las censurables.
“Monjes, yo no veo otra persona particular alguna que actúa tanto para el perjuicio de mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio y sufrimiento de mucha gente, devas y seres humanos, que el hombre hueco Makkhali. Al igual que una trampa en la desembocadura de un río sólo trae perjuicio, sufrimiento, calamidad y desastre para muchos peces, así también el hombre hueco Makkhali es una verdadera “trampa de la gente”, que surgió en el mundo para perjuicio, sufrimiento, calamidad y desastre para muchos seres.
“Monjes, alguien que alienta a otros en el Dhamma y Disciplina mal expuesto, y él que está alentado así, y el que, alentado así, practica de acuerdo con eso, todos generan un gran demérito. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está mal expuesto.
“Monjes, alguien que alienta a otros en el Dhamma y Disciplina bien expuesto, y él que está alentado así, y el que, alentado así, practica de acuerdo con eso, todos generan un gran mérito. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está bien expuesto.
“Monjes, con el Dhamma y Disciplina mal expuesto, la moderación debe ser conocida por el dador, y no por el que recibe. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está mal expuesto.
“Monjes, con el Dhamma y Disciplina bien expuesto, la moderación debe ser conocida por el que recibe, y no por el dador. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está bien expuesto.
“Monjes, quien hace surgir la energía en el Dhamma y Disciplina mal expuesto mora en el sufrimiento. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está mal expuesto.
“Monjes, quien es perezoso en el Dhamma y Disciplina bien expuesto mora en el sufrimiento. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está bien expuesto.
“Monjes, quien es perezoso en el Dhamma y Disciplina mal expuesto mora en la felicidad. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está mal expuesto.
“Monjes, quien hace surgir la energía en el Dhamma y Disciplina bien expuesto mora en la felicidad. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está bien expuesto.
“Monjes, así como incluso una cantidad insignificante de excremento huele mal, así yo no alabo incluso una cantidad insignificante de existencia, incluso por una fracción de segundo.
“Monjes, así como incluso una cantidad insignificante de orina huele mal… una cantidad insignificante de saliva huele mal… una cantidad insignificante de pus huele mal… una cantidad insignificante de sangre huele mal, así yo no alabo incluso una cantidad insignificante de existencia, incluso por una fracción de segundo”.
Los falsos maestros son verdaderas “trampas de gentes” y acarrean gran demérito.
Pero, ¿Dónde encontramos falsos maestros?
Si hay algo que prolifera en el mundillo del budismo como hongos tras lluvia primaveral son los estos falsos “maestros”. Tal es así que incluso algunas sectas se jactan de atesorar largas líneas de linajes de maestros, esto es, líneas certificadas de individuos que atrajeron para sí y para sus discípulos un enorme demérito.
¿Cómo de grande es ese demérito?
Supone, nada menos, que uno de los seis malos actos, el máximo mal que un individuo puede cometer, junto como matar a su madre, matar a su padre, asesinar a un arahant, derramara con odio en la mente sangre de un Buddha, crease un cisma en el Sangha o declarara tener un maestro que no sea un Buddha.
Esos seis malos actos es imposible que los cometa un arahant. Es decir, no es posible que exista un arahant que tenga un maestro que no sea un Buddha.
Esto condena al infierno de loto rojo, el más bajo de todos, a esta rehala de falsos maestros con sus falsos discípulos. Esos mismos que aseguran que se puede alcanzar el arahantado con solo practicar vipassana en manos de un “maestro” certificado.
No solo eso.
Como el mérito de las acciones depende del destinatario de la acción, es un enorme demérito mantener a esos falsos maestros, algunos de ellos falsos monjes que viven de la limosna de devotos que no saben que su acción les está llevando a la perdición.
Y la ignorancia de la condicionalidad no evita su acción.
Colección de Discursos Agrupados Numéricamente
268–277. Primer Subcapítulo
“Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona consumada en la visión, considerase fenómeno condicional alguno como permanente; no existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que una persona mundana considerase algún fenómeno condicional como permanente; he aquí, existe semejante posibilidad.
“Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona consumada en la visión, considerase fenómeno condicional alguno como placentero; no existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que una persona mundana considerase algún fenómeno condicional como placentero; he aquí, existe semejante posibilidad.
“Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona consumada en la visión, considerase fenómeno condicional alguno como el ser; no existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que una persona mundana considerase algún fenómeno condicional como el ser; he aquí, existe semejante posibilidad.
[271–276] {271–276} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona consumada en la visión, privase a su madre de vida… (272) …privase a su padre de vida… (273) …privase a un arahant de vida… (274) …con el odio en la mente, derramase la sangre del Tathagata… (275) …crease un cisma en el Sangha… (276) …reconociese a alguien más [aparte del Buda] como maestro; no existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que una persona mundana reconociese a alguien más [aparte del Buda] como maestro; he aquí, existe semejante posibilidad.
“Esto es imposible e inconcebible, monjes, que dos arahants que son budas perfectamente iluminados, surjan simultáneamente en el sistema mundial; no existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que un arahant que es buda perfectamente iluminado, surja en el sistema mundial; he aquí, existe semejante posibilidad”.
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