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¿Qué es lo que nace y muere?
Lo que está claro es que eso de morirse es muy mal negocio, sobre todo si te has pasado la vida pensando que ese personaje eres tú, y lo de ese personaje es tuyo, que tenias control sobre él. Y de una vez te das cuenta de que no, de que todo lo que has ido acumulando durante toda la vida, riquezas, amistades, hijos, familia, amores, decepciones, alegrías, recuerdos, memorias, ilusiones, planes… el pisito… todo se pierde en un instante porque no tienes control sobre él.
Y el joío va… ¡y se muere!
…¿Por qué yo?¿Por qué ahora?...
Construyes tu vida sobre un terreno que no es de tu propiedad y en cualquier momento sabes que te van a desahuciar sin contemplaciones. Pero prefieres no pensarlo mucho mientras sigues compulsivamente invirtiendo en aire, a la vez que pujas por falsos títulos de propiedad, tus queridas promesas de inmortalidad, al primer embaucador que te las brinde.
Y si todo quedara ahí todavía. Lo malo es que ahí no acaba porque de inmediato vuelves a creerte otro personaje… y vuelta a empezar.
¿Cuántas veces llevas ya y no aprendes?
Ah, que prefieres no acordarte… ya.
Eso de morirte te sienta tan bien…
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