En la entrada anterior hablábamos del Sotapanna. Seguimos. Hay tres clases: Sattakkhattu-parama. Después de haber pasado entre los seres humanos y divinos sólo siete veces más, a través del ciclo de renacimientos, pone fin al sufrimiento. Un hombre así se llama ‘uno con siete nacimientos a lo sumo’ Kolankola. Después de haber pasado por buenas familias dos o tres veces y después de la desaparición de las 3 cadenas mentales. está destinado a la iluminación total, Tal hombre se llama «un paso de un noble familia a otra. No lo sé. Pero echando un vistazo atrás creo que es la clasificación que mejor me cuadra. Pero es solo intuición, no conocimiento. Sotapatti-Saṁyutta Después de haber pasado por una sola existencia humana y después de la desaparición de las 3 cadenas mentales. está destinado a la iluminación total que pone fin al sufrimiento. Un hombre así se llama ‘una germinación sólo una vez más’. Características de un Sotapanna: El sotapanna ha abandonado las tres primeras de las cadenas más bajas: Vista de la personalidad, la duda, mala interpretación de los preceptos y votos. (Ratanasutta Sn. 233) Él es liberado de la posibilidad de renacer en los cuatro reinos inferiores. (Ratanasutta Sn. 234) Él es incapaz de ocultar cualquier transgresión corporal, verbal o mental. (Ratanasutta Sn. 235) La incapacidad de ocultar cualquier trasgresión se puede observar en una conducta muy curiosa. Cuando se habla y por natural se tiene la tendencia a exagerar las cosas, no con intención de engañar, sino con el propósito de enfatizar lo dicho, una vez dichar la exageración, te oyes, no, no, son menos.. uff. Si no lo haces te recorre un cosquilleo bien feo por todo el cráneo y te invade una sensación de urgencia en rectificar lo dicho. Ratana Sutta: {9} Aquellos que comprenden las Nobles Verdades bien expuestas por el de Profunda Sabiduría, por muy negligentes que sean, no tienen una octava existencia. También en el Sangha existe esta preciosa joya. Por esta verdad que haya felicidad. Este punto es tan clave, que muchos definen al que se ha iluminado como aquel que ha comprendido las cuatro nobles verdades. Y es que comprender se toma literal, comprender. No es saberlas, estudiarlas, saber analizarlas, contextualizarlas. No, comprenderlas. Y ¿qué es comprenderlas? Lo primero es que hay que ponerse en la piel del Buddha cuando en el barrio de Sarnath, se encuantra con sus antiguos compañeros (ah! A qué me suena esto) que sabes que están enredados en la madeja de los conceptos y que tienes que tener un exquisito cuidado en cómo abordarles para queno te lapiden. Además contando con que te acabas de encontrar con un tipo al que le has dicho que estás iluminado y te ha mandado al cuerno. Pues lo vas soltando… Existe el sufrimiento… Pero lo dices en tercera persona. Lo dices para gente que experimenta el fenómeno del sufrimiento, que es una forma de ponerte a su nivel. La causa del sufrimiento. Bueno ahí le da a la madre. El sufrimiento tiene causa (todo tiene causa, la causalidad es la llave que te lleva a todo) y la causa es el deseo. Ahí lo deja. Es la causa inmediata pero no la última.. La raíz del deseo es el apego (la aversión es lo mismo pero en negativo), pero el apego está condicionado por la Ignorancia, que es la causa última. Tanto es así que es el inicio del originamiento dependiente. De este mismo punto se deduce que no te puedes iluminar si no comprendes e Originamiento Dependiente. De la comprensión de esta segunda Noble Verdad. La extinción del sufrimiento: Pues es lo que sigue. Una vez establecida la causalidad nos remontamos al origen de la misma, la Ignorancia, Si eliminamos la ignorancia acabaremos con el sufrimiento. Inevitablemente. Y el estado de extinción de la ignorancia no es otro que el Nibbana. La vía que conduce al fin del sufrimiento, el noble óctuple sendero, que son el conjunto de prácticas que partiendo del punto de vista correcto, se tienen que dar todas simultáneamente para lograr la sabiduría que es necesaria para acabar con la ignorancia. Dicho así no se entiende. Pero si se entiende si te ves atrapado en el plano de la información, donde todo se basa en información, Si entendemos que todo tiene causas, que no hay nada por sí (menos la mismísima ignorancia) no es difícil ver que la causalidad no es más que información. Pero para que se de la información debe transmitirse algo que no se conozca, si se conoce lo que se comunica no transfiere información. Ahí está la clave: sin ignorancia no se puede dar la información, sin información no se puede dar las condiciones, sin las condiciones no se puede dar nada que sea condicionado. Y por qué ese sendero y no otro? No es complicado. El Buddha habla de causalidad directa desde el entendimiento correcto. Eso es básico. Si quieres escapar del Samsara lo primero es que tienes que entender que tienes un problema. Un enfermo que no se tiene por tal no se puede curar porque no va a hacer nada por curarse si entiende erróneamente que está sano. Para darme cuenta de eso tuve que pasar por la consabida crisis personal de los cuarenta. Y dedicarle varios años hasta encauzarme en un punto de vista no demasaido correcto pero si lo suficiente como para empezar. Lo que si es cierto es que hasta que no abjuré de la secta theravada con toda su parafernalia de comentarios, subcomentarios y subsubcomentarios, sus famosísimas técnicas de mindfulness y tonterías por el estilo, que me tuvieron en la cola que no se movia durante años, no empece por donde debía: leer los suttas por mi mismo, y leer el Magasatipatthana Sutta, el más importante, y tener la suficiente sabiduría como para entender lao que es obvio en la primera sección (la respiración) del la primera parte (atención al cuerpo). Y de ahí a Jhana fue instantáneo. Una y otra vez. Si o si. Y cualquiera que no tuviera un punto de vista incorrecto (por ejemplo los practicantes de “vipassana”, que ya lo dijo el propio Buddha, que no hay forma). Esta es la concentración correcta, ella acaba con los pensamientos reactivos, al menos los suprime que para el caso es lo mismo, y asi suprime la aversión y el apego y con ellos el sufrimiento y hasta el aburrimiento, la nocion de pasado y futuro se ven como conceptos y te tienes que esforzar para pensarlos, ya no surgen cada pocos segundos recordatorios de donde estás y que hora es. Con supresión del apego surge la ética. Sola. Y con ella la recta palabra, al menos no mientes en el sentido dañar, la recta acción y el recto modo de vida. Los cinco preceptos para imcumplirlos tienes que hacerlo deliberadamente porque tu único pensamiento que te queda es el deliberado. Y si añades esfuerzo, la concentración unida a la atención plena, (para entender “Sati” te remito a la entrada “Sati o la locura del mono loco”, con una buena dosis de esfuerzo, dan lugar a la sabiduría. Sabiduria no es nada que pueda venir en los libros que te pueda contar nadie es saber lo que ves, la experiencia directa. Y ahí, se produce el cambio de linaje. Mañana más…
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