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Foto del escritorTomás Morales y Durán

El Fin de la Felicidad

La felicidad no es el destino ideal del ser humano.No es la panacea universal. No sirve para nada, pero se cotiza carísima. Su función como zanahoria que se le muestra al alienado para que se siga esforzando es magistral: le dicen que el dinero no da la felicidad, pero ayuda. Asi que, de momento, produce, trabaja, ten hijos, compra un coche, cómprate una casa, sé el primero de la promoción, gana elecciones, conquista el mundo… Nada de lo que hagas o consigas va a producirte más que una pequeña dosis de serotonina. Pues sí, serotonina. La felicidad no es más que el efecto de un producto químico liberado en el cerebro. Nada más. Pero como tiene la propiedad de no traspasa la barrera hematoencefálica, tomarla. inyectarla. olerla no hace efecto alguno. Asi que, si quieres ser feliz, trabaja… De locos: «Trabajo» deriva del latín tripalium. Un tripalium es un instrumento de tortura que incluyen tres estacas. La víctima de la tortura estaría ligada al tripalium y quemado con fuego. Por la tortura hacia la felicidad. Vamos, a la felicidad a través de lo que sea.  Es el motor de la motivación en el ser humano y como tal funciona muy bien. Incluso para el camino hacia la Iluminación… Para empezar. Lo más básico es aprender a ser feliz. Si no eres capaz de ser todo lo feliz que tu cerebro pueda aguantar y un poco más, no hay forma que logres Jhānas. Y sin Jhānas tu mente seguirá teniendo un 90% de pensamientos reactivos incontrolables que solo te hacen sufrir. Es muy similar a pasarle el anitivirus al cerebro. Sin eso, seguir sentándote a ver como piensas sin querer pensamientos que te hacen sufrir es lo mismo que el ordenador que se dedica a monitorizar los virus que le infectan y le borran cosas. Después la felicidad te acompaña en forma de Mettā, amor incondicional, Mudita, la mejor, amor altruista o felicidad contagiosa, y Karuna, amor compasivo. Todas ellas requieren un objeto real. Objeto con el que te identificas y transmites el amor y recibes a cambio felicidad. Pero en el Cambio de Linaje, los objetos son solo eso, objetos, no te puedes identificar con una «cosa» mental atrapada en el Samsara. Ya no eres de ahí, ya no estás allí. La felicidad te acompañó todo el camino, …pero se queda en la orilla.

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