La descripción de la realidad que ofrece el Dhamma es única. Existen filosofías para todos los gustos, pero todas ellas se pueden dividir en dos grupos. Aquellos que consideran que la conciencia es un puro producto de la materia, que son las filosofías materialistas y aquellas en las que es la materia el producto de la conciencia, y son las espiritualistas. Las primeras entienden que rūpa determina a Citta, y las segundas que nama la determina. Derivadas de estas consideraciones las primeras mantienen una postura nihilista frente a la vida, y las segundas son eternalistas. Son posiciones lógicas. Si depende de la materia, ésta al descomponerse, acaba con la conciencia. Si no depende de la materia, la conciencia por ahí anda sin fin… La visión del Dhamma es novedosa porque hace depender a la conciencia tanto de nama como de rūpa. De las dos, pero no queda ahí la cosa. Además, tanto nama como rūpa también son dependientes de Citta. Para entender esto en contexto, hay que explicar qué es nama y qué es rūpa. Nama es el conjunto de los conceptos, indexados por un nombre y contienen qualia que sirven para su identificación. Desde un punto de vista cultural es el reservorio de los memes. Los memes son conceptos que, al contacto con Citta, parece que toman vida. Se replican como si de cualquier ser vivo se tratará. Y lo hacen por imitación. Usan la mente como nodos de dispersión y su éxito solo va en función de su replicabilidad. Los memes se asocian con el fin de replicarse mejor a partir de lograr más tiempo de proceso de Citta logrando su atención. La asociación más poderosa, el memeplex más activo es el “yo”, que agrupa todos los conceptos relacionados con “yo”, “me”, “mío”. Para Citta manejar conceptos es lo más sencillo, de forma que las personas viven inmersas en mundos conceptuales ilimitados porque cualquier cosa imaginable puede ser un meme. Así existe el “alma”, “Dios”, “substancia”, etc. Son meros conceptos que existen porque pueden pensarse y por su capacidad de replicación en una mente que ha sido contagiada por ellos. Los memes requieren para su mantenimiento de fe, esperanza y altruismo. Si una mente se los proporciona será un receptorio ideal para seguir proliferando y contagiando más mentes. Rupa es el conjunto de Entradas y Salidas, organizadas mediante señales lógicas que abarcan un plano conceptual donde se ubican estas señales usando el sentido de la propiocepción. Estas señales provienen de la base de los sentidos. Así, reuniendo estas señales, codificándolas y ubicándolas podemos tener la visión completa del universo. No hace falta en absoluto que haya un universo fuera para experimentarlo al 100%. Rupa se encarga de la codificación, por ejemplo, es quien colorea el mundo, o quien arma los sonidos. Su trabajo consiste en montar una qualia para que Nama la identifique y arroje un nombre como resultado. Asi se puede ver una “mesa” o un “vaso” cuando realmente son señales lógicas que solo corresponderían a diferentes longitudes de onda sin color ni forma. La materia no deja de ser un puro concepto, al no ser experimentable. Solo aquello que activa señales en rūpa podemos decir que es “real”. En cualquier caso, resulta infinitamente más fácil emular un universo que “crearlo”. Una vez puestos en contexto, vemos que es carece de sentido que Citta dependa de nama (Eternal ismo), o que dependa de rūpa (Materialismo). Depende de ambas y evidentemente nama y rūpa, a su vez, dependen de Citta. Desde un punto de vista funcional Citta es lo que experimenta y nama-rūpa es lo experimentado. Citta puede funcionar con una gran variedad de nama-rūpa. Lo que llamamos “vida” es el conjunto de experimentaciones que Citta obtiene de una nama-rūpa determinado. Así, la muerte, la enfermedad, la vejez son consecuencia de nama-rūpa. A su vez, llamamos “existencia” al conjunto de todas las experimentaciones de Citta con las diversas nama-rūpa con las que se va asociando. Una existencia da lugar a numerosas vidas. La vida es consecuencia de la existencia, toma su base y fundamento en la existencia. Pero la vida a su vez, determina la misma existencia, de forma que una vida puede condicionar, a través de su interacción con la existencia, qué vidas puede tomar a continuación e incluso puede llegar a truncar la existencia. Este concepto no es extraño. Es como funciona la vida. Por un lado, tenemos el ADN como información base de la existencia. El ADN es capaz de generar un individuo, una vida. Pero lo que haga este individuo determinará el futuro del ADN. La muerte es la muerte del individuo, la extinción de nama-rūpa. Pero eso no afecta para nada a la continuidad de la existencia, del ADN, siempre y cuando la vida haya sembrado su semilla reproductiva para la siguiente generación. Esa semilla reproductiva requiere del aferramiento. Y éste del apego. Y éste del deseo. Y éste de la reacción emocional (sensación es una pésima traducción), y ésta del contacto, y éste de las seis bases de los sentidos, y éstas de nama-rūpa. En el SN 12.1 se expresa así: “con nama-rūpa como condición, las seis bases de los sentidos; con las seis bases de los sentidos como condición, el contacto; con el contacto como condición, la sensación; con la sensación como condición, el deseo; con el deseo como condición, el apego; con aferrándose como condición, la existencia; con existencia como condición, nacimiento; con el nacimiento como condición, el envejecimiento y la muerte, la tristeza, llanto, dolor, malestar y desesperación llegado a ser. Tal es el origen de toda esta masa de sufrimiento.” Y el aferramiento ¿a qué? A nama-rūpa, a cualquier nama-rūpa. Es una tendencia, una cetana que condiciona a Citta y que se basa en la ignorancia. Para acabar con la existencia, es imprescindible erradicar el aferramiento a toda clase de nama-rūpa en el que Citta se ha aferrado. Así no sirve solo arrancar el apego a nama-rūpa actual. Eso no es suficiente en absoluto. Citta debe encontrar en ella misma los pringues pegajosos que tiene acumulados de vidas anteriores. Y debe eliminarlos. Solo así se puede alcanzar la liberación final. Estos pringues pueden encontrarse entrando en todas las diferentes configuraciones que Citta puede operar, y son accesibles en las diferentes jhānas. Las jhānas permiten entrar en estos modos y allí aplicar el noble óctuple sendero a cada configuración. La liberación es un trabajo de fontanería bastante sucio que requiere de mucha sabiduría, dominio de jhānas, haber erradicado el sufrimiento y esfuerzo. Mucho. DN 15 Mahanidana Sutta Atthavimokkha—Ocho liberaciones “Ananda, existen estas ocho liberaciones. Y, ¿cuáles son esas ocho? “Provisto de formas, uno ve las formas. Esta es la primera liberación. “No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente. Esta es la segunda liberación. “Pensando, ‘esto es bello’, uno intenta solamente esto. Esta es la tercera liberación. “Habiendo trascendido completamente la percepción de la forma, con la desaparición de la percepción de la resistencia, al no atender a la percepción de la diversidad y pensando ‘el espacio infinito’, uno entra y permanece en la base del espacio infinito. Esta es la cuarta liberación. “Habiendo trascendido completamente la base del espacio infinito, pensando ‘la conciencia infinita’, uno entra y permanece en la base de la conciencia infinita. Esta es la quinta liberación. “Habiendo trascendido completamente la base de la conciencia infinita, pensando ‘no hay nada’, uno entra y permanece en la base de la nada. Esta es la sexta liberación. “Habiendo trascendido completamente la base de la nada, uno entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Esta es la séptima liberación. “Habiendo trascendido completamente la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, uno entra y permanece en el cese de la percepción y la sensación. Esta es la octava liberación. “Cuando el monje alcanza estas ocho liberaciones, en orden ascendente y en orden descendente, cuando las alcanza y emerge de ellas donde quiera y cuando quiera, y por el tiempo que quiera, entonces, al poner fin a las contaminaciones mentales, entra y permanece en la liberación del conocimiento y en la liberación de la sabiduría, libre de contaminaciones, habiéndolo descubierto y conocido directamente por sí mismo aquí y ahora; este monje, Ananda, se llama ‘uno liberado de ambas formas’, y no existe liberación alguna que sea más sublime y más perfecta que ésta”. Esto es lo que dijo el Bienaventurado, y el Venerable Ananda se regocijó y se deleitó en las palabras del Bienaventurado.
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