No solo el maestro debe estar cualificado, sino también el discípulo.
Es la mente del alumno la mesa de trabajo y éste debe ser capaz de entender al maestro y de hacer las prácticas en su propia mente. Un Buddha no puede iluminar a nadie, solo puede ser maestro de aquellos que se presten a la enseñanza. Y no solo aquellos que tengan voluntad. Es necesario una serie de cualidades para poder hacer la enseñanza fructífera.
El deseo de lo que proviene de los sentidos, la aversión, el embotamiento y la somnolencia, la inquietud y el remordimiento, y la duda son impedimentos para el aprendizaje. Cualquier enseñanza en una mente que presenta estos contaminantes la corrompe, la degrada y la deja sin valor. Tratar de enseñar así se convierte en algo penoso, difícil y si se logra algo, enseguida se pierde.
Una mente que se liberó de la duda, que la erradicó, es una mente en la que los demás contaminantes están muy limitados. Es una mente adecuada para la enseñanza. Es la mente del aprendiz. Del Sotapanna.
Para entrar en la corriente no se necesita la enseñanza, solo las técnicas correctas.
Si, además, se pretende que el discípulo se libere por la sabiduría, por ver por sí mismo, es evidente que contar con el oído divino con el que puede ponerse en contacto con los devas, le da una dimensión correcta a la existencia. Que pueda ver sus propias vidas pasadas, le sitúa en el entorno correcto. Que vea como actúa el kamma en los demás, le hace ver como funciona el Samsara. Que pueda entender a mente de los demás le facilita enormemente la asimilación de los conceptos. Que sepa por sí mismo que se ha liberado es útil por sí mismo.
Es el alumno ideal, como lo fue Moggallana.
Si carece de estos poderes, solo puede aprender por fe, por tener fe el su maestro, un Buddha perfectamente iluminado. Es un ciego que como no puede ver, le tienen que llevar de la mano y aceptarlo por fe.
Colección de Discursos Agrupados Numéricamente El libro de los Cincos AN 5.23 Derrotas
“Bhikkhus, existen estas cinco impurezas de oro, contaminadas por las cuales el oro no es maleable, manejable y luminoso, pero quebradizo y no es apropiado para el trabajo. Que cinco Hierro, cobre, estaño, plomo y plata. Estas son las cinco impurezas del oro, contaminadas por las cuales el oro no es maleable, manejable y luminoso, pero quebradizo y no es apropiado para el trabajo. Pero cuando el oro se libera de estas cinco impurezas, es maleable, manejable y luminoso, flexible y adecuado para el trabajo. Entonces, sea cual sea el tipo de adorno que uno quiera hacer de él, ya sea una pulsera, aretes, un collar o una guirnalda dorada, uno puede lograr su propósito.
“Así también, bhikkhus, existen estas cinco impurezas de la mente, contaminadas por las cuales la mente no es maleable, manejable y luminosa, pero quebradiza y no está adecuadamente concentrada para la destrucción de las manchas.
¿Qué cinco?
Deseo de los sentidos, aversión, embotamiento y somnolencia, inquietud y remordimiento, y duda.
Estas son las cinco impurezas de la mente, contaminadas por las cuales la mente no es maleable, manejable y luminosa, pero quebradiza y no está adecuadamente concentrada para la destrucción de las manchas. Pero cuando la mente se libera de estas cinco impurezas, se vuelve maleable, manejable, y luminosa, flexible y adecuadamente concentrada para la destrucción de las manchas. Entonces, habiendo una base adecuada, uno es capaz de realizar cualquier estado realizable por el conocimiento directo hacia el cual uno podría inclinar la mente.
«Si uno desea: ‘Que yo, con el elemento del oído divino, que se purifica y supera al humano, escuche ambos tipos de sonidos, el divino y el humano, los que están tan lejos como cerca’, uno es capaz de darse cuenta, teniendo una base adecuada.
“Si uno desea: ‘Puedo entender las mentes de otros seres y personas, habiéndolas abarcado con mi propia mente. Que pueda entender una mente con lujuria como una mente con lujuria, y una mente sin lujuria como una mente sin lujuria; una mente con odio como una mente con odio, y una mente sin odio como una mente sin odio; una mente con ilusión como mente con ilusión, y una mente sin ilusión como mente sin ilusión; una mente contratada como contratada y una mente distraída como distraída; una mente exaltada como exaltada y una mente exaltada como no exaltada; una mente superable como superable y una mente insuperable como insuperable; una mente concentrada como concentrada y una mente no concentrada como no concentrada; una mente liberada como liberada y una mente no liberada como no liberada, «uno es capaz de realizarlo, existiendo una base adecuada.
«Si uno desea: ‘Puedo recordar mis múltiples moradas pasadas, es decir, un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, veinte nacimientos, treinta nacimientos, cuarenta nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos , mil nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de disolución mundial, muchos eones de evolución mundial, muchos eones de disolución mundial y evolución mundial así: «Ahí me llamaron así, de tal clan, con tal una apariencia, tal fue mi comida, mi experiencia de placer y dolor, mi vida; falleciendo de allí, renací en otra parte, y allí también me llamaron así, de tal clan, con tal apariencia, tal fue mi comida, mi experiencia de placer y dolor, mi vida útil; falleciendo de allí, renací aquí ”, así que recuerdo mis múltiples pasadas moradas con sus aspectos y detalles,
«Si uno desea: ‘Que yo, con el ojo divino, que se purifica y supera al humano, vea a seres que pasan y renacen, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, y entiendan cómo los seres se adaptan a lo que es. su kamma, por lo tanto: «Estos seres que cometieron mala conducta por medio del cuerpo, el habla y la mente, que rechazaron a los nobles, sostuvieron una visión errónea y emprendieron el kamma basándose en una visión incorrecta, con la ruptura del cuerpo, después de la muerte, han vuelto a nacer. en el plano de la miseria, en un mal destino, en el mundo inferior, en el infierno; pero estos seres que se comprometieron en buena conducta por medio del cuerpo, el habla y la mente, que no rechazaron a los nobles, que sostuvieron la visión correcta y emprendieron el kamma basándose en la visión correcta, con la ruptura del cuerpo, después de la muerte, han vuelto a nacer en un buen destino, en un mundo celestial «, así con el ojo divino,
«Si uno desea: ‘Que yo, con la destrucción de las manchas, en esta misma vida, realice por mí mismo con un conocimiento directo la liberación sin mancha de la mente, la liberación por la sabiduría, y habiendo entrado en ella, que pueda habitarla’ Uno es capaz de realizarlo, existiendo una base adecuada «.
Y seguimos viendo a gente corriente haciendo de maestros y a gente corriente haciendo de discípulos, jugando a ser lo que no son, y alcanzando lo que se puede esperar de ese juego: nada.
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