Hay dos formas de conseguir riqueza. Una es creándola y la otra es depredándola. Mientras que la primera exige esfuerzo y la aplicación de la teoría del capital, la otra es mucho más económica en esfuerzo. Además, la generación de riqueza está limitada por los recursos y el tiempo mientras que su depredación no requiere de tanto tiempo.
La depredación así vista es la forma óptima de consecución de la riqueza. Pero tiene dos problemas, el primero es lograr que quien genere riqueza la entregue y que una vez entregada por completo, se agota.
La depredación está por encima en la pirámide económica, el número de depredadores es inferior al de productores que pueden mantener. De esta forma, cuantos más productores puedan entrar en la pirámide, mayor y más variado número de depredadores pueden coexistir.
Existen diferentes niveles de depredación, aunque todos colaboran entre sí, donde la riqueza generada en la base, va subiendo y enriqueciendo a los estratos superiores. Cuanto más arriba, más riqueza. Es un simple y llano esquema Ponzi que aparecerá por doquier en cualquier clase de ecosistema ecológico-económico.
El valor que aporta la depredación al ecosistema ecológico es la limitación de la riqueza, o sea, la pobreza, ya que ahoga el sistema productivo al detraer medios a la teoría del capital sin aportar nada a cambio.
La depredación entra en todas las fases de la teoría del capital, detrayendo bienes tanto de producción como de consumo.
El sistema se mantendrá mientras aumente la base de productores o se contenga la proliferación de depredadores. Esto explica la génesis, florecimiento y caída de los imperios humanos, y de los estados modernos.
Al igual que en la naturaleza, son los mayores depredadores los que ostentan la riqueza y resultan visiblemente más agradables y atractivos, mientras que aquellos que realmente la generan aparecen como seres despreciables. Ya empezamos a ver, otra vez, a la mentira en acción, como no podría ser de otra manera.
La ecología económica se puede resumir, como veremos, en teoría del capital, mentiras y esquemas Ponzi.
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