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Foto del escritorTomás Morales y Durán

Curso de Jhanas (II). Las Instrucciones Textuales de Tres Suttas.

Esta segunda entrega la emplearemos para a analizar las instrucciones de cómo lograr las Jhānas que el Buddha dejó dichas en tres ocasiones en el Canon Pali. En el Mahasatipatthana Sutta, DN 22, en el Satipatthana Sutta, MN 10 y en el Anapanasati Sutta MN 118. Como vimos, las jhānas son la puerta de entrada a la Iluminación. También vimos que quien no busca la Iluminación es un necio. Por tanto, quien no busca Jhanas, es un necio. La práctica buddhista se circunscribe a 240 palabras. Suficiente. Eso sí, desde hace casi veintiséis siglos el cultivo de Jhanas se abandonó prácticamente (lo que trajo el Dhamma negro) por su “extremada dificultad”… ¿Entender 240 palabras es tan difícil, que el buddhismo entero se perdió por no entenderlas? Ciertamente, entender requiere pensar. Pienso que con esto está todo dicho… En las tres, las instrucciones son prácticamente iguales. Digha Nikaya 22 Mahasatipatthana Sutta Gran discurso sobre las cuatro formas de ocupar la consciencia plena Esto he escuchado: En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando entre los kurus, donde había uno de sus pueblos de nombre Kammasadamma. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras: “Monjes.”—“Venerable Señor”, contestaron los monjes y el Bienaventurado continuó: «Este es un camino de un solo sentido, monjes, para la purificación de los seres, para la superación del dolor y la pena, para la extinción del dolor y la tristeza, para alcanzar el camino correcto, para la realización directa del Nibbāna, es decir, las cuatro formas de ocupar la consciencia plena. “Y ¿cómo, monjes, un monje vive contemplando (la naturaleza de) el cuerpo en el cuerpo?  He aquí, monjes, el monje va a una región inhóspita, al pie de un árbol o a un sitio vacío y se sienta; habiendo cruzado las piernas, pone su cuerpo erguido y establece su atención consciente enfrente. Siempre conscientemente atento inhala y conscientemente atento exhala. Cuando hace una inhalación larga, reconoce: ‘mi inhalación es larga’; o cuando hace una exhalación larga, reconoce: ‘mi exhalación es larga’. Cuando hace una inhalación corta, reconoce: ‘mi inhalación es corta’; o cuando hace una exhalación corta, reconoce: ‘mi exhalación es corta’. Y se entrena así: ‘Voy a inhalar experimentando el cuerpo completo; y se entrena así: ‘Voy a exhalar experimentando el cuerpo completo. Y se entrena así: ‘Voy a inhalar calmando el proceso del cuerpo’; y se entrena así: ‘Voy a exhalar calmando el proceso del cuerpo’’. Al igual que un hábil tornero o su aprendiz, al hacer un gran giro reconoce: ‘estoy haciendo un giro grande’; o al hacer un giro pequeño reconoce: ‘estoy haciendo un giro pequeño’, de la misma manera, monjes, el monje, cuando hace una inhalación larga, reconoce: ‘mi inhalación es larga’ … y se entrena así: ‘Voy a exhalar calmando el proceso del cuerpo’. “De esta manera mora contemplando el cuerpo como cuerpo internamente, o vive contemplando el cuerpo como cuerpo externamente, o vive contemplando el cuerpo como cuerpo de ambas formas: interna y externamente. Estas son las instrucciones. Aquí está todo lo que se necesita para lograr las jhānas. Y vamos a desgranar palabra a palabra para ver lo que es obvio, pero no evidente. En cuanto lo hagamos, lo obvio se os hará evidente. “Y ¿cómo, monjes, un monje vive contemplando (la naturaleza de) el cuerpo en el cuerpo? Primero introducir correctamente la palabra “bhikkhu”. En Pali es “aquel que pide comida”, en castellana su traducción es “mendigo”. El modo de vida sin hogar es el modo de vida del monje. Éstos eran sostenidos y apoyados por el pueblo, viéndose en esto una forma adecuada de ganar méritos. Uso la palabra monje porque son ascetas que siguen un conjunto de reglas. Segundo es la palabra “cuerpo”. Según la Real Academia de la Lengua, dentro de las acepciones de esta palabra tomaremos estas dos:

  1. m. Aquello que tiene extensión limitada, perceptible por los sentidos.

  2. m. En los líquidos, espesura o densidad.

Volveremos a estas definiciones más adelante cuando veamos cual es el objeto de meditación que deberemos contemplar en su extensión limitada perceptible por los sentidos en toda su espesura o densidad. He aquí, monjes, el monje va a una región inhóspita, al pie de un árbol o a un sitio vacío. Esta instrucción deja claro que el monje debe estar solo, lejos de todos y da estos tres sitios: una región inhóspita, deshabitada, un yermo, una selva, el pie de un árbol o un sitio vacío. El aislamiento tiene doble función, tanto para que el recluso no sea molestado y se pueda sentir seguro, como del resto, que así se aísla de las molestias que el monje va a provocar en su ejercicio. Las jhānas se logran en aislamiento, en seguridad. El monje debe desinhibirse por completo en la absoluta seguridad de que, haga lo que haga, no será molestado, interrumpido o incluso censurado. y se sienta; La postura para alcanzar las jhānas es la de sentado. No puedes caer en la inconsciencia más profunda estando andando o de pie sin desmoronarte. Acostado puedes caer en el sueño sin tener control sobre ello. habiendo cruzado las piernas, pone su cuerpo erguido La postura es la más ergonómica. Lo más importante es que el monje permanezca confortable a lo largo de todo el ejercicio. Cruzar las piernas da una gran superficie de contacto con el suelo por lo que la presión se reduce y con ella las sensaciones que pueden hacer interferencias. Igualmente, la postura de erguido es la adecuada para que en el transcurso del tiempo no surjan tensiones que envíen señales y que sirvan de distractores. La función de la postura es que, estando sentado, no moleste a lo largo del ejercicio. y establece su atención consciente enfrente Aquello en lo que se establece la atención consciente es lo que se denomina “objeto de meditación”. El objeto es siempre accesible, no hace falta fabricarlo, no hace falta transportarlo. Es dúctil y maleable. Vamos a trabajar sobre él mientras establecemos en él toda nuestra atención. Y ¿qué es aquello que está enfrente del monje, siempre, estando sentado con las piernas cruzadas? Es obvio: el aire. Y recordemos, deberemos contemplar el aire en toda su extensión perceptible por los sentidos y en toda su espesura o densidad. La espesura o densidad del aire se percibe por su presión, no por su temperatura. Y hay dos órganos que pueden percibir esta presión: uno interno: un área muy reducida en la parte superior de las fosas nasales y otro externo: toda la piel. Siempre conscientemente atento inhala y conscientemente atento exhala El ejercicio necesita de inhalaciones y exhalaciones, no son su objeto, pero éstas son las que producen la presión que será la percepción sobre la que tenemos que emplear la atención consciente. Hay que considerar una propiedad de la física de fluidos, y es que al pasar un volumen de fluido determinado por un estrechamiento aumenta su presión. Así, como el volumen de aire que se inhala es exactamente el mismo volumen de aire que se exhala y como el orificio tiene exactamente el mismo tamaño, la presión tanto de entrada como de salida es idéntica. Esto es muy importante. Debemos ser capaces de discriminar la presión del aire de la temperatura del aire. Si nos centramos en un área próxima a la salida de las fosas nasales, el aire inspirado estará más frío que el exhalado, y la percepción se distorsiona. No podremos discriminar la presión. De igual manera si inhalamos fuerte, el aire de entrada no llega a acomodar su temperatura lo suficiente, por lo que tendremos el mismo problema. Así, el área óptima será aquella perceptible más alta de las fosas nasales y la inhalación máxima será limitada de forma para que el aire que entra del exterior pueda atemperarse igualando la temperatura exterior con la del cuerpo. De esta forma, eliminando el factor temperatura, nos centraremos en la presión y en ella pondremos nuestra atención consciente e inhalaremos y exhalaremos para poder percibir esta presión. Cuando hace una inhalación larga, reconoce: ‘mi inhalación es larga’; o cuando hace una exhalación larga, reconoce: ‘mi exhalación es larga’. Cuando hace una inhalación corta, reconoce: ‘mi inhalación es corta’; o cuando hace una exhalación corta, reconoce: ‘mi exhalación es corta’. El ejercicio va a alternar inhalaciones y exhalaciones largas y cortas siendo el ejercicio continuo de principio a fin, sin interrupciones. Cualquier elemento distractor del tipo que sea debe ser rechazado, incluyendo las visualizaciones que irán apareciendo y los diferentes efectos que iremos experimentando. El ejercicio no debe interrumpirse. Si te distraes con un efecto, éste se disolverá porque el efecto está condicionado por el ejercicio, no por estar atento a él. Bastará con fijarse levemente en el efecto para comprender que ha surgido y nada más. La concentración no debe bajarse. Este es un ejercicio dinámico que requiere mucha atención. Aquí los pensamientos no caben, como con cualquier tarea manual de precisión. Debes mantener la concentración solo en el ejercicio. Y se entrena así: ‘Voy a inhalar experimentando el cuerpo completo; y se entrena así: ‘Voy a exhalar experimentando el cuerpo completo. Cuando hablamos de cuerpo entero nos referimos a la ideación de la forma del aire moldeado mediante el uso de la respiración y atentamente contemplado allí donde se puede observar con todo detalle. Entero es a lo largo, y a lo ancho. O sea, a lo largo del tiempo y a lo alto de la presión. Y se entrena así: ‘Voy a inhalar calmando el proceso del cuerpo’; y se entrena así: ‘Voy a exhalar calmando el proceso del cuerpo’’. Poco a poco iremos calmando estas procesos haciéndolos cada vez más sutiles y con ello incrementaremos la concentración. A mayor sutileza, mayor concentración. A mayor concentración, mayor será el efecto. Al igual que un hábil tornero o su aprendiz, al hacer un gran giro reconoce: ‘estoy haciendo un giro grande’; o al hacer un giro pequeño reconoce: ‘estoy haciendo un giro pequeño’, de la misma manera, monjes, el monje, cuando hace una inhalación larga, reconoce: ‘mi inhalación es larga’ … y se entrena así: ‘Voy a exhalar calmando el proceso del cuerpo’. Esta instrucción es la clave del desarrollo del sistema. Hacemos una ideación de que somos un hábil tornero, o su aprendiz, y que estamos moldeando el aire. De igual forma que el tornero usa la cuchilla para hendir o dar forma a la madera, nosotros usaremos el área descrita anteriormente como punto de ataque al aire. E igual que el tornero usa la presión sobre la cuchilla, usaremos la presión mayor o menor, para dar forma al aire. E igual que el tornero usa la fuerza de sus brazos para tornear, nosotros usaremos la respiración para lo mismo. E igual que el tornero emplea toda su atención consciente en la cuchilla, ni antes ni después del punto de ataque, nosotros tendremos toda nuestra atención consciente en el área, ni antes ni después. E igual que el tornero solo está concentrado haciendo formas, nosotros también estaremos totalmente concentrados haciendo formas. Aquí pensar no viene al caso. Aquí mirar a otro lado, tampoco, Aquí descansar, tampoco hasta que no hayamos concluido la obra. Dependiendo de la forma que torneemos, así se liberará uno u otro neurotransmisor. “De esta manera vive contemplando el cuerpo como cuerpo internamente, o vive contemplando el cuerpo como cuerpo externamente, o vive contemplando el cuerpo como cuerpo de ambas formas: interna y externamente. Para incrementar el efecto podremos usar la ideación del aire no solo en el área señalada de la nariz, sino también sentir ese como ese mismo aire nos rodea y nos posee. Y, por supuesto, sonreír es imprescindible de principio a fin de todo el ejercicio.

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