Caminando por la ribera de un río miras a todas partes, escuchas los sonidos del bosque, hueles los aromas a roble y retama, sientes las piedras en tus pies…
En verdad ¿Qué está sucediendo?¿Eso está sucediendo?
Primero, vamos a olvidar todo eso. Vamos a la esencia.
Estamos recibiendo información por diversas vías. Solo eso.
Solo eso.
A su vez, emitimos información que sirve para que la información entrante cambie, por ejemplo, cuando “caminamos”.
Solo eso.
El resto ya pasa dentro de nuestra mente.
Codificamos ciertos estímulos como determinados colores, otros como ciertas frecuencias, otros como un olor, otros como un dolor en el pie “aquí o allí”.
Usando esos adobes, la mente se dispara y hace todo lo demás. Da formas a esos colores, sonidos a esas frecuencias, aromas a los olores, sentido a la posición.
Una vez codificados, los interpretamos en conjunto. Recreamos un árbol, otro y otro. Unas zarzas que interrumpen el camino, unas flores que cuelgan delante de nuestros ojos, un camino pedregoso e incluso difícil.
Montamos una película en 3D en la que nos creamos como personajes y nos metemos “dentro”. Dentro de… ¿la película?
¿?
Hay que estar muy mal para creerse que la película es real, y peor, que la película ES lo real.
Comments