Copyright © 2019 Tomás Morales Duran. Todos los Derechos Reservados
A ti. Me refiero a ti que cambiaste una iglesia de barrio por un monasterio remoto, al cura por el monje, los cantos en latín por los rezos en pāli, las figuras de Cristo por las de Buda, los cirios pascuales por los inciensos irrespirables. A ti, que la navidad la sigues celebrando.
Me refiero a ti, que repites lo que has aprendido en los memes de Ajahn Chah y que no distingues entre Paulo Coelho y Thich-Nat-Hanh, porque no hay mucho que distinguir.
Que sostienes que en el budismo es ateo y te pasas adorando a docenas de dioses, bodhisattvas y demonios.
Y que el budismo es científico mientras repites cosas que nunca han funcionado.
A ti, que sigues a maestros tan falsos como su sufrimiento.
A ti crees a pie juntillas frases con palabras que no entiendes porque te han dicho que son «técnicas».
A ti, que te has creído que, si te sientas durante una hora al día contando respiraciones o las goteras del techo, te iluminarás súbitamente.
A ti, que entiendes que, si lees mucho, lo aprenderás todo.
A ti, que crees que «Sāti» es «atención» y «vipassana» es eso, pero más.
A ti, que imaginas que el Nirvana es un estado de paz total lleno de felicidad.
A ti, que los ratos libres los empleas en limpiar el templo que te has hecho en el terreno de tu mamá y que llamas sangha al grupo de tus amigotes.
A ti, que te postras ante cualquier señor calvo que se vista de cortinaje.
A ti, que piensas que el objetivo de la vida es alcanzar la felicidad.
A ti también, que cambiaste la caridad por la compasión, el alma por la conciencia y el gassho por el amén.
A ti, que te creíste que el Buddha se llamaba Siddharta y vivía en un cuento de hadas.
A ti, que te hiciste vegano porque las plantas no son seres sintientes.
A ti, te incomodas cuando distingues un ego más robusto que el tuyo.
A ti, que crees que el karma es una justicia sin juez.
A ti, que piensas que el infierno no existe porque no es nice.
A ti, que te habituaste a pagar para que te salven.
A ti, que te gusta decir que te gusta meditar y llamas meditar a purgar por tus culpas.
A ti, que crees que cualquier doctrina que llamen budista es budista.
A ti, que adoras que te engañen y odias que te lo digan.
A ti te tengo que decir:
¿A qué juegas?
Ya basta de hacer el ridículo y ser el primo tonto de todos los estafadores.
A ti te digo que el buddhismo solo tiene un único objetivo, la iluminación, y todo lo demás es mierda.
A ti te digo, que sin un Buddha no hay iluminación, que los buddhas no son objetos abstractos a los cuales refugiarse, ni amigos invisibles buena onda.
A ti te digo que no eres un Buddha ni lo vas a ser, porque los Buddhas encuentran por sí mismos la iluminación sin maestros.
A ti te digo que tampoco serás un arahant porque ninguno de tus maestros es un Buddha completamente iluminado.
Y sí, para terminar, te digo que el infierno existe y tienes todos los puntos para acabar ahí. Tú y tus amigotes. Y tu maestro el primero.
Arrea.
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