Segunda Parte (51-60).
Acceso inicial a Vipassana
Es el acceso al conocimiento directo. No confundir en absoluto con la mamandurria de la “meditación vipassana” birmana para occidentales con menos entendimiento que dinero, recovertida en “mindfulness” por otro listo. A partir de la Segunda Jhāna, entras en un estado muy especial de éxtasis donde permaneces semiinconsciente durante un tiempo no muy largo. En ese lapso de tiempo no hay nada, por lo que no hay nada de lo que pueda hablar o decir. Es al emerger de ese estado, cuando se comienza a recuperar la consciencia, comprendes a la perfección un aspecto de la realidad del que muchas veces no tenías ni noticias. Habitualmente al tratarse de la realidad como es, habitualmente se trata de Física estadística, teoría del conocimiento, u otras ramas de la ciencia en su limite conocido. Al haber sido comprendidas mediante conocimiento directo, son inexpresables a no ser que se relacione con conocimiento indirecto. Este ha sido mi trabajo desde de febrero de 2016, documentar científicamente lo comprendido en vipassana, para poder archivarlo e incluso divulgarlo. Una meditación de 6 minutos da para documentar durante todo un dia completo.
Entendimiento de los Suttas
Esto se alcanza también en la segunda jhāna. Así eres capaz de ver en cada sutta cual es el mensaje que quiere trasmitir. Muchas veces las malas traducciones parecen dificultarlo, pero no. Detectas inmediatamente que palabras son disonantes en el texto, que lo hacen incomprensible. No solo detectas los suttas falsos, sino que, además, comienzas a discriminar qué autores saben realmente de lo que escriben o escriben por escribir sin comprender nada de lo que escriben. O traducen de oído.
Reparación de Suttas
Estuve en un grupo de traductores de Pāli-Español. Cuando el grupo acababa la cuarta fase de traducción del texto, le daba forma y significado en la quinta y última fase. Su trabajo se basa en las gramáticas tradicionales de los siglos XII al XIV, y a los diccionarios, y escogen las opciones de palabras más usuales respecto a aquellos, pero carecían de sentido y como mucho se contradecían con el resto de los suttas. Después de que mis compañeros presentaran el trabajo finalizado, directamente de una pasada iba rectificando aquellas cosas que no me casaban, arreglando palabras mal escogidas y giros inconsistentes. Al final, mi traducción tenía perfecto sentido, tenía significado y se relacionaba con el resto de los suttas. Al final, vi que no merecía la pena trabajar durante una semana para traducir “exactamente” un sutta corto si leyendo una traducción medio competente en un idioma occidental era suficiente para alcanzar a ver su significado y repararlo.
Aparición de los Suttas
Esta característica es realmente irracional. Si necesitas un sutta específico por cualquier razón, para la práctica o para la documentación del conocimiento directo, simplemente aparecen. Por diversas vías, cualquier via en la que tengas acceso a los suttas era el canal por donde te llega. Por el contrario, si quieres buscar un sutta específico donde trate de un tema, pero lo haces por curiosidad o por capricho, no hay modo de localizarlo. Un ejemplo fue un sutta que hablaba de que “piensa si quiere pensar”. Estuve meses detrás de él y ni modo. Sin embargo un día en la meditación surgió ese tema y el sutta apareció misteriosamente al momento. Irracional. Como dije.
Maestro en suttas
Resulta extraño, pero es real. Cuando estudias los suttas, tratas incluso de memorizarlos, de guardar referencias de ellos… vamos, lo que se supone que se debe hacer cuando se estudia algo mediante conocimiento indirecto, no sabes nada: no los entiendes, solo los recitas y como mucho pones fe en las cosas que dicen. Eso condiciona que no tengas una visión ni una perspectiva global del Dhamma, por lo que navegar en las más de un millón ochocientas mil palabras de los Nikayas canónicos resulte proceloso. Por años que pasen siempre es así. Es como aprenderse una guia telefónica. Sin embargo, curiosamente, cuando los entiendes los conectas. Poco a poco vas tejiendo la estructura del Dhamma y colocando en ella los suttas uno a uno según van llegando. Y hacen falta bien poquitos. De esta forma, entendiendo bien poquito eres capaz de situar cada sutta que te llegue y puedes contestar acertadamente cualquier consulta sobre suttas que te hagan. Así, sin saber de suttas apareces como un gran erudito. Eso si, si aparece uno falso que no encaja en la estructura (suelen estar en el Anguttara Nikaya) lo ves perfectamente.
Resolución de problemas muy complejos
Este efecto ya lo había experiementado de forma intuitiva, nunca mejor empleado el término, durante mi paso por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales. Los exámenes eran auténticas joyas barrocas de dificultad inaudita. Cada pregunta era de generación espontánea. Nunca se había preguntado nada de similar naturaleza ni se volvería a hacer. Así no había forma de estudiar casos ni servían ejercicios hechos. Nos permitían en los exámenes toda clase de apoyo en forma de libros, calculadoras o lo que deseáramos. Daba igual, lo que preguntaban no se podía encontrar en ninguna parte. Al principio, nos esforzábamos en estudiar, en hacer ejercicios, en tratar de aprender la materia. O sea, todo aquello que llega el conocimiento indirecto. Pero no era posible así llegar a la solución. Es exactamente el mismo problema que con el Dhamma. La solución hay que verla. Directamente. Es muy parecido a un laberinto intrincadisimo, siempre divergente, donde a cada paso se abre una bifurcación doble o triple y nada da pistas sobre qué camino es más correcto, asi ad infinitum o hasta que te repitas en ninguna parte y debes volver al punto de partida. El ataque de fuerza bruta es impensable porque no sabemos la profundidad donde está la solución y solo hay un camino que llega a ella. La dificultad se asemeja a romper una clave larguísima de tres posibles caracteres. El conocimiento directo actúa en estos casos elevándote sobre el laberinto y visualizando dónde está la solución. Y la ves o no la ves. Si la ves, sabiendo donde está, es sencillísimo hacer el recorrido hacia la salida porque es convergente. Así, rehaces el camino hacia la solución eligiendo las bifurcaciones correctas y añadiendo por qué las eliges porque ya sabes para qué las eliges. En Navales se aprobaba así. Sin libros. Se leía muy cuidadosamente el enunciado varias veces hasta encontrar en él la pregunta correcta. Después todo era cerrar los ojos, echarse para atrás e intentar no pensar en nada. Y así salía o no salía. Si salía la pregunta se llevaba un 10, si no, se entregaba la hoja en blanco. La diferencia respecto a ahora es que funciona si o si y además en poquisimo tiempo. El mecanismo es el mismo: haces la pregunta exacta y entras en jhāna. Al emerger a los pocos minutos, si la pregunta era la adecuada, aparece la comprensión total de la solución, si no lo era, tienes una nueva pregunta más amplia con una solución que engloba a la incialmente decretada. Y si era demasiado mala, la solución es a otro tema mucho más interesante. Es por esto que considero esta propiedad muy adecuada para uso en ingenierías.
Finanzas
El conocimiento directo no está restringido a ningún campo específico. Por ejemplo, en términos prácticos, desvela formas de multiplicar el dinero en Bolsa. Un ejemplo práctico es éste, con el qude puedes lograr rentabilidades anuales entre el 45%-110% en acciones o el 30% en oro. El mecanismo es el siguiente: se entra cuando en las noticias se hable de que la bolsa esté en mínimos anuales, de forma que con nuestro dinero nos den un máximo de acciones. Como en un año existe también un máximo anual, se vende cuando esté en máximos anuales., así con nuestras acciones nos dan un máximo de dinero. Aunque suba más, se deja el “último duro” a quien venga detrás. Así, entrando una vez y saliendo otra, se puede obtener el diferencial anual de un valor o derivado, que son las rentabilidades señaladas arriba. Eso si, no se puede comprar ni vender en ningun otro momento. Esta estrategia es sencilla pero solo funciona si se acata estrictamente.
Cocina
Otra aplicación muy práctica del conocimiento directo es visualizar la matriz tridimensional de platos. Aunque no sepas cocinar y no tengas ni la más remota idea de ello, en cuanto veas un espacio donde cada punto es un plato único, definido por tres coordenadas: la textura, desde aérea (soufflé, algodón de azúcar) hasta sólida compacta (caramelo sólido), el sabor (da igual el origen, cualquier cosa que de sabor se puede utilizar y mezclar entre ellos) y los potenciadores de sabor (chiles, especias, sal) puedes encontrarte ante mas de 250 millones de platos diferentes, y podrás empezar a hacer relaciones espaciales entre ellos. Después consiste en aprender unas técnicas básicas de transformación de texturas y algo de uso de los potenciadores, y sobre todo, visualizar las reglas de combinación. Simplemente con evitar lo incompatible, que es muy poco, pueden obtenerse platos únicos e irrepetibles. Eso sí, al principio con una presentación fea, pero es algo que se puede solucionar con el tiempo…
Nuevas formas de expresión plástica
De igual forma, cualquier clase de combinatoria puedes realcionarla espacialmente. Un ejemplo de esto son las artes plásticas, que, en esencia funcionan combinatoriamente como la misma cocina. En la pintura también se tiene una matriz tridimensional: texturas, colores y motivos. Un mal cuadro se puede salvar por una genialidad en alguna de las tres dimensiones. Al situar el cuadro espacialmente respecto al resto de todas las obrass que puedes conocer, ves las distancias entre unas y otras y las relaciones de estilo entre todas. Esto lo haces en tiempo real, de forma que puedes descartar instantáneamente toda obra vulgary pararte delante de alguna maravilla, sin necesidad previa de análisis. Posteriormente, como es habitual, puedes elaborar toda una crítica que le sirva al autor o a su marchante sobre la obra y, sobre todo, el camino creativo que puede abrir. En un caso especial, anteponiendo un mosquitero semitransparente con formas a un lienzo con colores, se obtienen múltiples visualizaciones en dependencia de la distancia entre mosquitero y lienzo y el ángulo de visión del obsevador.
Danza sagrada
Este es un nombre tan sugerente como estúpido. Se refiere a la habilidad de danzar tanto con el cuerpo como sobre todo con las manos de forma totalmente autónoma, no dirigida, no voluntaria, siguiendo a la música. Se caracteriza por la increíble propiedad de que los movimientos no se repiten y que son muy armoniosos e involuntarios. Ver como las manos evolucionan libremente se convierte en sí mismo en un espectáculo en el que el primer sorprendido eres tú mismo. Sientes al principio una cierta angustia pensando en que al final, se va a repetir una secuencia. Pero no, no se repite, y luego ves que la variedad de moviemientos es muchisismo mayor de lo que en principio parecería razonable. Supongo que también debe estar relacionado con la mayor acitvación del hemisferio derecho de cerebro. Segunda Parte.
Acceso inicial a Vipassana
Es el acceso al conocimiento directo. No confundir en absoluto con la mamandurria de la “meditación vipassana” birmana para occidentales con menos entendimiento que dinero, recovertida en “mindfulness” por otro listo. A partir de la Segunda Jhāna, entras en un estado muy especial de éxtasis donde permaneces semiinconsciente durante un tiempo no muy largo. En ese lapso de tiempo no hay nada, por lo que no hay nada de lo que pueda hablar o decir. Es al emerger de ese estado, cuando se comienza a recuperar la consciencia, comprendes a la perfección un aspecto de la realidad del que muchas veces no tenías ni noticias. Habitualmente al tratarse de la realidad como es, habitualmente se trata de Física estadística, teoría del conocimiento, u otras ramas de la ciencia en su limite conocido. Al haber sido comprendidas mediante conocimiento directo, son inexpresables a no ser que se relacione con conocimiento indirecto. Este ha sido mi trabajo desde de febrero de 2016, documentar cientificamente lo comprendido en vipassana, para poder archivarlo e incluso divulgarlo. Una meditación de 6 minutos da para documentar durante todo un dia completo.
Entendimiento de los Suttas
Esto se alcanza también en la segunda jhāna. Así eres capaz de ver en cada sutta cual es el mensaje que quiere trasmitir. Muchas veces las malas traducciones parecen dificultarlo, pero no. Detectas inmediatamente que palabras son disonantes en el texto, que lo hacen incomprensible. No solo detectas los suttas falsos, sino que, además, comienzas a discriminar qué autores saben realmente de lo que escriben o escriben por escribir sin comprender nada de lo que escriben. O traducen de oído.
Reparación de Suttas
Estuve en un grupo de traductores de Pāli-Español. Cuando el grupo acababa la cuarta fase de traducción del texto, le daba forma y significado en la quinta y última fase. Su trabajo se basa en las gramáticas tradicionales de los siglos XII al XIV, y a los diccionarios, y escogen las opciones de palabras más usuales respecto a aquellos, pero carecían de sentido y como mucho se contradecían con el resto de los suttas. Después de que mis compañeros presentaran el trabajo finalizado, directamente de una pasada iba rectificando aquellas cosas que no me casaban, arreglando palabras mal escogidas y giros inconsistentes. Al final, mi traducción tenía perfecto sentido, tenía significado y se relacionaba con el resto de los suttas. Al final, vi que no merecía la pena trabajar durante una semana para traducir “exactamente” un sutta corto si leyendo una traducción medio competente en un idioma occidental era suficiente para alcanzar a ver su significado y repararlo.
Aparición de los Suttas
Esta característica es realmente irracional. Si necesitas un sutta específico por cualquier razón, para la práctica o para la documentación del conocimiento directo, simplemente aparecen. Por diversas vías, cualquier via en la que tengas acceso a los suttas era el canal por donde te llega. Por el contrario, si quieres buscar un sutta específico donde trate de un tema, pero lo haces por curiosidad o por capricho, no hay modo de localizarlo. Un ejemplo fue un sutta que hablaba de que “piensa si quiere pensar”. Estuve meses detrás de él y ni modo. Sin embargo un día en la meditación surgió ese tema y el sutta apareció misteriosamente al momento. Irracional. Como dije.
Maestro en suttas
Resulta extraño, pero es real. Cuando estudias los suttas, tratas incluso de memorizarlos, de guardar referencias de ellos… vamos, lo que se supone que se debe hacer cuando se estudia algo mediante conocimiento indirecto, no sabes nada: no los entiendes, solo los recitas y como mucho pones fe en las cosas que dicen. Eso condiciona que no tengas una visión ni una perspectiva global del Dhamma, por lo que navegar en las más de un millón ochocientas mil palabras de los Nikayas canónicos resulte proceloso. Por años que pasen siempre es así. Es como aprenderse una guia telefónica. Sin embargo, curiosamente, cuando los entiendes los conectas. Poco a poco vas tejiendo la estructura del Dhamma y colocando en ella los suttas uno a uno según van llegando. Y hacen falta bien poquitos. De esta forma, entendiendo bien poquito eres capaz de situar cada sutta que te llegue y puedes contestar acertadamente cualquier consulta sobre suttas que te hagan. Así, sin saber de suttas apareces como un gran erudito. Eso si, si aparece uno falso que no encaja en la estructura (suelen estar en el Anguttara Nikaya) lo ves perfectamente.
Resolución de problemas muy complejos
Este efecto ya lo había experiementado de forma intuitiva, nunca mejor empleado el término, durante mi paso por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales. Los exámenes eran auténticas joyas barrocas de dificultad inaudita. Cada pregunta era de generación espontánea. Nunca se había preguntado nada de similar naturaleza ni se volvería a hacer. Así no había forma de estudiar casos ni servían ejercicios hechos. Nos permitían en los exámenes toda clase de apoyo en forma de libros, calculadoras o lo que deseáramos. Daba igual, lo que preguntaban no se podía encontrar en ninguna parte. Al principio, nos esforzábamos en estudiar, en hacer ejercicios, en tratar de aprender la materia. O sea, todo aquello que llega el conocimiento indirecto. Pero no era posible así llegar a la solución. Es exactamente el mismo problema que con el Dhamma. La solución hay que verla. Directamente. Es muy parecido a un laberinto intrincadisimo, siempre divergente, donde a cada paso se abre una bifurcación doble o triple y nada da pistas sobre qué camino es más correcto, asi ad infinitum o hasta que te repitas en ninguna parte y debes volver al punto de partida. El ataque de fuerza bruta es impensable porque no sabemos la profundidad donde está la solución y solo hay un camino que llega a ella. La dificultad se asemeja a romper una clave larguísima de tres posibles caracteres. El conocimiento directo actúa en estos casos elevándote sobre el laberinto y visualizando dónde está la solución. Y la ves o no la ves. Si la ves, sabiendo donde está, es sencillísimo hacer el recorrido hacia la salida porque es convergente. Así, rehaces el camino hacia la solución eligiendo las bifurcaciones correctas y añadiendo por qué las eliges porque ya sabes para qué las eliges. En Navales se aprobaba así. Sin libros. Se leía muy cuidadosamente el enunciado varias veces hasta encontrar en él la pregunta correcta. Después todo era cerrar los ojos, echarse para atrás e intentar no pensar en nada. Y así salía o no salía. Si salía la pregunta se llevaba un 10, si no, se entregaba la hoja en blanco. La diferencia respecto a ahora es que funciona si o si y además en poquisimo tiempo. El mecanismo es el mismo: haces la pregunta exacta y entras en jhāna. Al emerger a los pocos minutos, si la pregunta era la adecuada, aparece la comprensión total de la solución, si no lo era, tienes una nueva pregunta más amplia con una solución que engloba a la incialmente decretada. Y si era demasiado mala, la solución es a otro tema mucho más interesante. Es por esto que considero esta propiedad muy adecuada para uso en ingenierías.
Finanzas
El conocimiento directo no está restringido a ningún campo específico. Por ejemplo, en términos prácticos, desvela formas de multiplicar el dinero en Bolsa. Un ejemplo práctico es éste, con el qude puedes lograr rentabilidades anuales entre el 45%-110% en acciones o el 30% en oro. El mecanismo es el siguiente: se entra cuando en las noticias se hable de que la bolsa esté en mínimos anuales, de forma que con nuestro dinero nos den un máximo de acciones. Como en un año existe también un máximo anual, se vende cuando esté en máximos anuales., así con nuestras acciones nos dan un máximo de dinero. Aunque suba más, se deja el “último duro” a quien venga detrás. Así, entrando una vez y saliendo otra, se puede obtener el diferencial anual de un valor o derivado, que son las rentabilidades señaladas arriba. Eso si, no se puede comprar ni vender en ningun otro momento. Esta estrategia es sencilla pero solo funciona si se acata estrictamente.
Cocina
Otra aplicación muy práctica del conocimiento directo es visualizar la matriz tridimensional de platos. Aunque no sepas cocinar y no tengas ni la más remota idea de ello, en cuanto veas un espacio donde cada punto es un plato único, definido por tres coordenadas: la textura, desde aérea (soufflé, algodón de azúcar) hasta sólida compacta (caramelo sólido), el sabor (da igual el origen, cualquier cosa que de sabor se puede utilizar y mezclar entre ellos) y los potenciadores de sabor (chiles, especias, sal) puedes encontrarte ante mas de 250 millones de platos diferentes, y podrás empezar a hacer relaciones espaciales entre ellos. Después consiste en aprender unas técnicas básicas de transformación de texturas y algo de uso de los potenciadores, y sobre todo, visualizar las reglas de combinación. Simplemente con evitar lo incompatible, que es muy poco, pueden obtenerse platos únicos e irrepetibles. Eso sí, al principio con una presentación fea, pero es algo que se puede solucionar con el tiempo…
Nuevas formas de expresión plástica
De igual forma, cualquier clase de combinatoria puedes realcionarla espacialmente. Un ejemplo de esto son las artes plásticas, que, en esencia funcionan combinatoriamente como la misma cocina. En la pintura también se tiene una matriz tridimensional: texturas, colores y motivos. Un mal cuadro se puede salvar por una genialidad en alguna de las tres dimensiones. Al situar el cuadro espacialmente respecto al resto de todas las obrass que puedes conocer, ves las distancias entre unas y otras y las relaciones de estilo entre todas. Esto lo haces en tiempo real, de forma que puedes descartar instantáneamente toda obra vulgary pararte delante de alguna maravilla, sin necesidad previa de análisis. Posteriormente, como es habitual, puedes elaborar toda una crítica que le sirva al autor o a su marchante sobre la obra y, sobre todo, el camino creativo que puede abrir. En un caso especial, anteponiendo un mosquitero semitransparente con formas a un lienzo con colores, se obtienen múltiples visualizaciones en dependencia de la distancia entre mosquitero y lienzo y el ángulo de visión del obsevador.
Danza sagrada
Este es un nombre tan sugerente como estúpido. Se refiere a la habilidad de danzar tanto con el cuerpo como sobre todo con las manos de forma totalmente autónoma, no dirigida, no voluntaria, siguiendo a la música. Se caracteriza por la increíble propiedad de que los movimientos no se repiten y que son muy armoniosos e involuntarios. Ver como las manos evolucionan libremente se convierte en sí mismo en un espectáculo en el que el primer sorprendido eres tú mismo. Sientes al principio una cierta angustia pensando en que al final, se va a repetir una secuencia. Pero no, no se repite, y luego ves que la variedad de moviemientos es muchisismo mayor de lo que en principio parecería razonable. Supongo que también debe estar relacionado con la mayor acitvación del hemisferio derecho de cerebro.
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