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Foto del escritorTomás Morales y Durán

10+ Cosas que se obtienen con la Entrada en la Corriente.

Sexta Parte. Entrada en la Corriente 67. Erradicación de la idea errónea de un “yo” La creencia en la personalidad se disuelve el día en el que eres consciente, que ves claramente, la multiplicidad de subprocesos y procesos mentales que están continuamente interactuando entre sí, enviándose mensajes unos a otros, condicionándose unos a otros, corriendo en tiempo real. Son innumerables. Pues agruparlos en sindicatos lo que es útil a la hora de programar su comportamiento. Los procesos surgen, actúan y desaparecen en la concurrencia de causas y ellos son la fuente de la condicionalidad. Son como un mar de corrientes. Y compruebas por ti mismo que la voluntad no existe, ahí es imposible que nada pueda imponerse. La única forma de cambiar de comportamiento es reprogramar el lanzamiento de los procesos, de forma que se puede reprogramar el lanzamiento de procesos en concurrencia con ciertos escenarios. Estos procesos pueden ser inhibitorios de otros. Así se evita indefectiblemente que una conducta vuelva a darse. 68. Delimitación de competencias del área de Broca La actividad del área de Broca se traduce en la “voz” con la que “pensamos”. Puede parecer que en la que “manda” y es la”voluntad” y que es el “yo”. Nada más lejos de la realidad. El proceso “voz”, que es el sindicato de subprocesos imputables a esa área actúa como un proceso de salida del sistema. Sólo de salida, de resultados. Cuando una decisión se toma, por un grupo de subprocesos anónimos, se envía las órdenes de salida motora y, posteriormente, unos 200 ms más tarde, se envía al área de Broca y el proceso “voz” se activa. Siempre acierta porque se produce “después” de la decisión, así que, un proceso que realmente sirve para describir qué ha pasado, aparece como director de todo, solo por una diferencia en la manipulación del tiempo en la mente. Es similar al director del Boletín Oficial del Estado, que puede pensar que es el dictador de la nación, porque lo que él publica es lo que deciden los diputados, senadores y el Gobierno. Salvo que él lo sabe después, no antes. Así relativizamos la importancia de “voz”, ya que solo sirve para informar al sistema de las decisiones tomadas, en formato de “quiero hacer…”. 69.No puedes escribir “yo soy”. Ese día cuando te levantas de la meditación empiezas a hablar en plural mayestático: “nosotros vamos a casa”, “dinos como se hace”, “estamos todos los procesos de acuerdo, ¿no?”… Los amigos te miran raro, pero no puedes evitarlo porque el uso de la partícula “yo” es mentir descaradamente. Y mentir no es una opción. Al cabo de unas semanas el tema se va calmando y solo queda un resto: no puedes escribir “yo soy”. Y es una pelea porque hay veces que si se omite de la frase no se puede entender. Ni hay un “yo” ni existe un “ser”. “Yo soy” es mentir dos veces, y mentir repugna. 70. Erradicación de la idea de “Dios” Aunque pudieras ser un ateo convencido, hasta que no ves a Dios por ti mismo no te das cuenta de qué es y cómo funciona. Dios es un concepto habitante del sistema que entró a presión en la más tierna infancia para no tener que pensar mucho y explicar lo inexplicable. Es un fichero donde se van metiendo informaciones de todo tipo. Y es un batiburrillo sirve de todo, con informaciones contradictorias en sí mismas e incompatibles con todas las demás. Al final, Dios es un cajón de sastre donde metes una buena parte de lo que no entiendes. En lugar de procesarlo racionalmente, la mente vaga lo almacena en Dios. Cuando lo ves como es, un contenedor de basura, todo lo relacionado con él es eso: basura. Dios es tanto a la vez un padre tierno y bondadoso como uno de los mayores serial cilleros de la historia con matanzas crueles, vengativas y sin ton ni son de más de 25 millones de personas, hasta que dio con su última víctima: Jesucristo. Creo que desde siempre lo que buscaba era suicidarse… pero a lo grande: en pelotas y a la vista de todo el mundo. 71. Erradicación de la duda La metodología de investigación con el método de prueba-error, usada tradicionalmente por casi todo el mundo incluido el mismo Buddha, usa la duda para todo. Dudas de la teoría, dudas del planteamiento del experimento, dudas de la realización del experimento, dudas de los resultados, dudas de la aplicación de los resultados, dudas de la utilidad de los resultados, dudas de ti mismo, dudas de la duda. Y, de repente, un día se acabó. Ya no hay más dudas. Es inexplicable. Planteas un experimento lógico y no dudas, es lógico. Obtienes resultados lógicos y no dudas, son lógicos. Haces aplicaciones prácticas, que como es obvio funcionan, como es lógico, funcionan. ¿Y la duda obsesiva? No está. No aparece. Es como si nunca hubiera existido. Y ahí, después de la erradicación de la duda, te quedas más solo que la una, todos siguen dormiditos bien a gusto conectados a su matrix, y te ven como un bicho raro que no da opción a respetar opiniones erróneas. Te vuelves intolerante porque no das el beneficio de la duda- Si alguien está equivocado, está equivocado con todas las consecuencias. No te callas por aquello de ¿y si no tengo razón? Porque eso, eso de dudar ya no es posible. Y, claro, te llaman egoico monstruoso y lo que más les gusta a los hooligans del budismo: arrogante. Parece que en esto se ponen de acuerdo: eso que un “maestro budista” nunca quiere en clase: alguien que no dude y no se trague lo que le dicen y quieren imponer por autoridad. Si está mal, está mal lo diga quien lo diga. 72. Erradicación del pensamiento mágico: Ritos y ceremonias Estar viendo a gente adulta con camisón (eso del camisón debe tener connotaciones ancestrales antropológicas)  hacer pases mágicos con las manos y que la gente se tire por el suelo cuando lo hace… Eso de agarrar una oblea y echarle un conjuro para que se transforme en carne humana para luego comérsela… y lo mismo con vino para transubstanciarlo (o sea, cambiarle el “ser” al vino) en sangre humana y así darse a la orgía de Vlad con toques báquicos… No me extraña que los mexicas aceptaran tan fácilmente la religión castellana y que hoy la mantengan por encima todo: siguen comiendo carne humana, bebiendo sangre humana pero no tienen que ir a buscarla, sino que compran los ingredientes en el súper. Y da resultado: el sol sigue saliendo todos los días. ¿O no? Igual que los miles de monjes budistas cantando y bailando para todo: alejar malos espíritus, atraer la buena suerte, invocar a no sé qué bodhisattva vestidito con camisón (eso que no falte) de miles de colores. Al menos las ceremonias budistas son más vistosas: hasta cobran entrada. Y los muñecos. Eso de sacar muñecos a la calle y que se te llene de gente detrás del muñeco y lo más asombroso: si pones una caja con ranura delante de un muñeco, al cabo de un rato, si lo abres ¡milagro! ¡Hay dinero! Esta mina la descubrió la Iglesia en América: no hacía falta cavar para conseguir oro: los devotos se iban ellos por su cuenta a cavar por su cuenta para echarle a la ranura. Un precursor de las máquinas tragaperras, sin duda (otra vez). ¿Pero está gente qué hace? ¿Están tontos? Sí, lo están. Sin duda (de nuevo): tontos del todo. Y como no dudas (¿ves?), en medio de cualquiera de estas ceremonias terminas soltando una sonora carcajada que rompe el aire para horror de quien te ha invitado y alborozo de los que te vienen oyendo en la fila de atrás. Me recuerda al cuento del Rey Desnudo. Es de veras divertido, quizás porque aún no me han partido la cara… de momento. Lo mejor, los funerales. Fijo. Eso sí, avisa antes. 73. Comprobación del funcionamiento práctico del kamma La mayoría de las personas hace un número de acciones beneficiosas y perjudiciales aleatoriamente equilibrado. De forma que no hay tendencias claras a corto plazo. Sin embargo, al tener una conducta ética, ese equilibrio de desplaza hacia las acciones positivas. Esto conlleva en muy poco tiempo a que empiecen a fructificar y que todo lo que te pasa en beneficioso. Quedan condiciones puestas anteriormente que terminan dando fruto antes o después, pero compruebas que lo que te pasa tiende a ser siempre bueno. 74. Erradicación del infantilismo devocional La perspectiva ahora se centra en ti mismo. No dependes de nada ni de nadie. Solo dependes de ti. Siempre ha sido así, pero el miedo atávico a un castigo sobrenatural tiene a la gente contenida y medio controlada. La gente pone su confianza en Dios, en Buda, en los astros, en vete a saber qué. El caso es eludir responsabilidades. Nunca la culpa es de uno mismo. La culpa debe ser de un ser superior. O así. Porque lo que les sucede es bueno o es malo. Nunca se sabe. Así que, lo más cómodo es asumir el papel del bebé con su mamá, o sea, el hombre (supuestamente) adulto frente a Dios. Al comprobar el funcionamiento del kamma, que el responsable de todo eres tú mismo, objetivizas que cualquier especie de “autoridad suprema” no solo no es necesaria sino que es nefasta, y las religiones son el opio de los pueblos, usada para tenerlos infantilizados, alienados para abusar de ellos. 75.. Fin de la autorregulación. La medida de ser auténtico depende de un rasgo de la personalidad llamado autorregulación. Un autorregulador fuerte observa constantemente a su alrededor en busca de pistas sociales y se adapta. Odia la incomodidad social y trata desesperadamente de no ofender a nadie. Pero si la autorregulación es baja, la persona se guía más por su estado interno, sin importar las circunstancias. En un estudio fascinante, cuando a un grupo de personas le servían un filete, los autorreguladores fuertes lo probaban antes de agregarle sal, mientras que los autorreguladores bajos le ponían sal primero. El psicólogo Brian Little lo explica así: “Es como si quienes se controlan menos conocieran muy bien su personalidad salina”. Los autorreguladores altos son camaleones e hipócritas. Quienes se regulan a un alto nivel avanzan más rápido y logran un mayor estatus, en parte porque están más preocupados por su reputación ya que lo que se premia es el fraude de la autopromoción. Los autorreguladores fuertes pasan más tiempo investigando qué se espera de ellos que siendo ellos mismos. A estas alturas, viviendo en un decorado y con la gente siendo parte del attrezzo, no se tiene ninguna clase de regulación. Sin embargo, ser muy auténtico puede tiene un precio. Las amistades con los autorreguladores altos pueden romperse ante la incomodidad de éstos con tu actitud. No la comprenden por incapacidad manifiesta y que te tratan de reprimir porque la verdad les incomoda, como si tuvieran derecho a hacerlo. En su mundo de vanidades, falsedades e hipocresía, la autenticidad chirría. 76. Desidentificación con el cuerpo. La mejor imagen de la nueva actitud hacia del cuerpo es la de una moto de tu propiedad. Es más o menos bonita, es muy útil y no tienes otra. Te sirve para muchas cosas y empiezas a considerar en cuidarla. Eso sí, si alguien la raya, ves que la rayan, pero no a ti. No te duele, solo te molesta que alguien pueda estropear tu moto. Con el cuerpo lo mismo. Y, al igual que con la religión, consideras estúpida la identificación con el cuerpo que tienen la mayoría de las personas. Hay que ser tonto para pensar que eres tu moto.

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